La Unión Europea (UE) y otros diecisiete miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) no lograron hoy el acuerdo para la eliminación de aranceles de unos 304 bienes que pueden contribuir a la preservación del medioambiente, ante las diferencias con China sobre la lista de productos.
"Obviamente estamos decepcionados por que no hayamos podido lograr un acuerdo. Hemos trabajado muy duro y presentamos una lista revisada con la que pensábamos que la mayoría de los países podía vivir", dijo la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, quien presidió la reunión junto con el representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Michael Froman.
Según la política sueca, "China presentó muy tarde una lista que partió de otro punto y contenía muchos cambios", lo que hizo "imposible" trabajar en "pocas horas" en un acuerdo.
Los bienes que forman parte de esta negociación incluyen los que sirven para la generación de energía limpia y renovable, para la lucha contra la contaminación ambiental y acústica, la gestión de desechos, el tratamiento de aguas residuales, la medición de la calidad del aire y que favorecen la eficiencia energética.
La UE y los otros diecisiete miembros de la OMC comenzaron a negociar en 2014 un acuerdo sobre una lista con tecnologías limpias y productos como maquinaria de reciclaje que contribuye a la eficiencia energética, turbinas eólicas, paneles solares, termostatos que controlan la contaminación del aire o bombas de calor.
Malmström explicó que China eliminó de la lista "cosas importantes", como las turbinas eólicas, los termostatos y la mayoría de bombas y válvulas, una "prioridad para la mayoría".
Solo China apoyó su propia lista, que incluyó bicicletas eléctricas, en tanto que la UE no quiere ver allí ni bicicletas ni bicicletas ensambladas, una línea roja por el elevado nivel de desempleo en el sector y la sobrecapacidad china.
La lista final de los productos ecológicos a liberalizar y el calendario para la eliminación gradual de los aranceles siguen siendo las principales cuestiones pendientes para cerrar un acuerdo, al igual que los largos periodos de transición que algunos países quieren aplicar a determinados bienes que consideran sensibles para sus economías o la implantación parcial del arancel "cero".
No obstante, explicó Malmström, "todas las delegaciones vinieron y se van de Ginebra con una clara determinación de forjar un acuerdo, que es importante para el medioambiente, el clima y para nuestra obligación moral, a fin de demostrar que el comercio puede contribuir a los acuerdos de París y de Marrakech".
"Podemos demostrar que el comercio y el medioambiente van de la mano y que no son dos cosas opuestas. Tenemos ya mucho en común, así que tenemos que reflexionar y volver el año próximo", recalcó.
Preguntada si cree que con el cambio en la Administración estadounidense en enero -con un presidente electo, Donald Trump, que ha abogado por el proteccionismo- se reducirá las ganas por acuerdos como éste, Malmström dijo que "hay un riesgo", pero expresó su esperanza en que EEUU "esté a bordo" en el futuro.
Por su parte, el director general de la OMC, Roberto Azevedo, urgió a todos los participantes a "mostrar toda la flexibilidad que puedan para ayudar a alcanzar un acuerdo".
En las negociaciones participan Australia, Canadá, China, Costa Rica, Nueva Zelanda, Noruega, Suiza, Estados Unidos, Singapur, Israel, Turquía, Islandia, la UE, Hong Kong, Taiwán, Japón, Liechtenstein y Corea del Sur, según la OMC.
Estos miembros representan el 90 % del comercio de esos productos y, si se lograse un acuerdo, su contenido se aplicaría también a los países que no toman parte en la negociación.
Con información de: EFE