La Organización de las Naciones Unidas, ha pedido respeto y corredores seguros para llevar ayuda a las zonas de combate en Ucrania.
El Político
“Los civiles en lugares como Mariúpol, Járkov, Melitopol y otras partes necesitan desesperadamente ayuda, en particular insumos médicos vitales”, dijo este lunes el secretario general adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, ante el Consejo de Seguridad.
En la reunión también se habló sobre la necesidad de un sistema de comunicación constante con las partes en el conflicto y garantías para permitir llevar la ayuda humanitaria. “Un sistema de notificación humanitaria puede apoyar la entrega de ayuda a la escala necesaria”, agregó Griffiths.
Por otra parte, Ucrania también ha dicho que los corredores humanitarios que salen de Kyev, Kharkiv, Mariupol y Sumy y conducen a Rusia y Bielorrusia son "inmorales".
Los principales diplomáticos de Rusia y Ucrania se reunirán a finales de esta semana.
Ucrania lleva 12 días combatiendo a las fuerzas rusas en su territorio. Este lunes, ambos países se preparon para una ronda de negociaciones con un ambiente tenso en terreno: Al menos 13 personas murieron en un bombardeo contra una panadería industrial de Makariv, a unos 50 km al oeste de Kiev. Sin mencionar que la Cruz Roja Internacional aclaró este lunes que los civiles de la ciudad ucraniana de Mariúpol, escenario de feroces combates, no han podido evacuar.
¿El resultado de los diálogos? Hubo algunos avances en los arreglos logísticos para el alto el fuego local y los corredores de evacuación. Pero Rusia piensa lo contrario. Le contamos más aquí.
Estas conversaciones eran claves, pues los bombardeos rusos impiden la evacuación de civiles de Kiev, Mariúpol, Sumy, Járkov, Volnovaja y Mykolaiv. De hecho, en Mariúpol, las autoridades ya trataron de evacuar a las personas de la zona de batalla desde el domingo. Pero la salida ha sido imposible, pues Ucrania dice que Rusia violó el alto el fuego acordado para este fin de semana, lo que pone en peligro a los civiles.
Fuente: El Espectador