El viceministro de Defensa de Ucrania, Volodimir Havrilov, ha adelantado que las tropas ucranianas podrían comenzar la ofensiva sobre la península de Crimea a finales de diciembre en el marco de su avance por el este del país.
El Político
“Podríamos pisar Crimea a finales de diciembre. ¿Es posible? Es posible”, ha explicado el viceministro en declaraciones a Sky News durante una entrevista concedida mientras visitaba Reino Unido esta semana.
Havrilov, general retirado, ha destacado la importancia que representa la península de Crimea, incorporada por Rusia en 2014 tras una anexión por la fuerza ratificada en un plebiscito considerado ilegal por las autoridades ucranianas y sus aliados.
Ucrania quiere recuperar Crimea
El viceministro ha asegurado en este sentido que las conversaciones de paz con el Kremlin solo podrán ocurrir cuando Rusia haya abandonado “cada centímetro de Ucrania”, península de Crimea incluida.
Une escenario que, según el viceministro, cuenta con el pleno respaldo del pueblo ucraniano. “El consenso existente en la sociedad ucraniana es que hay que ir hasta el final, sin importar el tipo de escenario que esté sobre la mesa”, ha añadido en referencia al posible empleo de armas de destrucción masiva por parte de Rusia.
“La posibilidad es remota, pero sería un drama”, ha indicado Havrilov sobre una opción nuclear que Rusia ha descartado en numerosas ocasiones antes de acusar a Ucrania y sus aliados de alimentar ese tipo de retórica.
“La gente ha pagado mucha sangre, muchos esfuerzos por lo que ya hemos logrado y todos saben que cualquier dilación es solo la continuación de esta guerra contra la existencia de Ucrania como nación”, ha indicado.
Problemas con la OTAN
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) denunció que dos aviones rusos de combate efectuaron una aproximación “insegura y poco profesional” a barcos de la alianza que efectuaban operaciones de rutina en el mar Báltico.
El comando marítimo de la OTAN indicó que las aeronaves sobrevolaron “a una altura de 91 metros y a una distancia de 73 metros” la mañana del jueves, después de que los pilotos rusos se negaron a responder a las comunicaciones.
La OTAN consideró la interacción insegura y poco profesional puesto que fue efectuada en una zona de peligro conocido, que fue activada por un entrenamiento de defensa aérea, y debido a la altura de los aviones y su proximidad, indicó en un comunicado.
“La interacción aumentó el riesgo de errores de cálculo, fallos y accidentes”.