El banco suizo UBS prevé para 2017 un planeta polarizado políticamente en el que el crecimiento del PIB mundial pasará del 3,1 % al 3,5 % a medida que mejore el crecimiento de Estados Unidos y logre compensar la ralentización constante de China.
En su informe anual de perspectivas, elaborado por la Oficina de Inversiones del departamento de Gestión de Patrimonios, la entidad indica que, de cara a las elecciones que se celebrarán en Holanda, Francia y Alemania el próximo año, los inversores deberán tener muy en cuenta que se ha acentuado la división en Europa tras el voto a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
En cuanto a la política monetaria, en el caso de Estados Unidos la institución prevé que la Reserva Federal suba los tipos una vez en diciembre próximo y dos durante 2017, pero señala que el nuevo estímulo fiscal que se espera del Gobierno de Washington, encabezado a partir de enero por Donald Trump, debería impulsar el crecimiento.
Por esta razón es probable que la inflación aumente más que los tipos de interés, manifiesta UBS.
En la zona del euro, el Banco Central Europeo (BCE) comenzará "seguramente" a reducir el programa de expansión cuantitativa, considera la entidad suiza.
China, por su parte, seguirá probablemente controlando su ralentización y permitirá que el tipo de cambio del dólar estadounidense al yuan se desprecie en los próximos doce meses.
En lo que se refiere a las lecciones aprendidas en 2016, UBS advierte de que no debe confundirse un escenario base con un hecho consumado.
En este contexto recuerda que "este año ha sido humillante para los pronósticos", dado que Trump triunfó en las elecciones estadounidenses, el Reino Unido votó a favor del "brexit" y los bancos centrales se vieron obligados a relajar la política monetaria más de lo que se había considerado necesario en un principio.
Sostiene que no hay que dejarse llevar por el pánico y afirma que 2016 recompensó a los inversores que mantuvieron la calma en medio de la incertidumbre.
Por otra parte, aconseja no subestimar a los bancos centrales, ya que las sorpresas en las políticas de estas entidades han provocado que incluso algunos activos con rendimientos negativos generaran rentabilidades positivas.
Con información de EFE