Era cuestión de tiempo para que la perseguida y destituida Fiscal Luisa Ortega Díaz, soltara la sopa que manchara a la cúpula chavista, desde luego ella quien fue por tantos años seguidora del chavismo y fiel creyente del "comandate" Hugo Chávez, pelea en contra de Maduro y la "jauría de lobos" que se codean junto al mandatario.
El Político
Pero como todo lo que sube debe bajar, le llegó el tiempo a uno de los lobos mayores de la Revolución bonita, el tan igualado Diosdado Cabello. El hombre con más cuento que condorito, implicado en narcotráfico, hechos violentos y de corrupción, habría además de relucir en el "Cartel de los Soles" en el caso Odebrecht.
Tras las acusaciones hechas por la Fiscal del caso Odebrecht, se conoció que el humilde Diosdado recibió 100 millones de dólares a través de una fulana empresa española,
¿Cuál es esa empresa?
TSE Arietis, una empresa española fundada en 2007 y dirigida por dos primos del Cabello: Luis Alfredo Campos Cabello y Jerson Jesús Campos Cabello, sería la responsable de los depósitos "millonarios" de Cabello.
Transporte Arietis, quien se especializa en el “traslado y manejo de maquinarias, equipos y materiales de construcción, habría firmado contratos millonarios a través del Consorcio Línea II, la hidrológica Aguas de Monagas y Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en Morichal, El Furrial, PetroMonagas, PetroDelta y PetroIndependencia. Aunque misteriosamente la página de la empresa fue "sacada de internet" , en una breve búsqueda de su ubicación, Arietis está instaurada en el sector La Candelaria de Maturín, estado Monagas.
– La misma podredumbre –
Cortados con la misma tijera, Luis Alfredo también tendría un prontuario, pues al parecer en alianza con el Narco de Diosdado, habría estado implicado en hechos de corrupción por la suma de 230 millones de bolívares, cuando Diosdado era gobernador de Miranda.
Tal parece que durante el mandato de Diosdado y claro con ayuda de sus "compinches"se firmaron contratos millonarios para la adquisición de todo tipo de materiales comprados directamente a la Inversora Ipsfa C.A., los cuales se despachaban misteriosamente con sobreprecio y en ocasiones, un mismo bien se vendía varias veces en años diferentes. ¡Diosdado, ya sabemos porque eres gordo!