Los planes para las Fuerzas Armadas estadounidense empiezan a tomar la escena en las campañas presidenciales de Ron DeSantis y Donald Trump. Ambos han ofrecido detalles y algunas quejas sobre las políticas del presidente Joe Biden en la materia.
Por un lado, la propuesta del gobernador de Florida enfila baterías hacia las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión en el Pentágono, los problemas de reclutamiento y las políticas que afectan a los miembros transgénero del servicio.
Mientras que Trump propone la búsqueda de reembolsos para la ayuda estadounidense a Ucrania, arremetiendo contra Europa por lo que calificó como sólo una "pequeña fracción" de lo que Washington había contribuido.
DeSantis quiere una reforma
El plan de DeSantis reitera las promesas electorales de "extirpar lo woke" del ejército estadounidense y reformar la institución.
La propuesta "Mission First" incluye posibles evaluaciones de rendimiento de seis meses para todos los generales y almirantes de cuatro estrellas y posibles despidos si se descubre que alguien "ha promovido políticas en detrimento de la preparación y la lucha bélica".
También se comprometió a rescindir la orden ejecutiva de Biden que permite a los transexuales servir bajo su sexo preferido, eliminar las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en los servicios o academias militares, poner fin a los esfuerzos del Pentágono para combatir el extremismo en las filas y reincorporar al personal que fue despedido por negarse a recibir la vacuna contra el covid-19, así como darles el pago retroactivo.
Prometió poner fin a los programas destinados a preparar las instalaciones militares y las tropas para el futuro cambio climático, criticando al Pentágono por cambiar, en parte, a los vehículos eléctricos.
Sobre Ucrania, Desantis ha ofrecido comentarios tentativos sobre el conflicto, insistiendo en que no era una prioridad de seguridad nacional de EE.UU. y restó importancia a la invasión rusa.
"Aunque Estados Unidos tiene muchos intereses nacionales vitales, como asegurar nuestras fronteras, abordar la crisis de preparación de nuestro Ejército, lograr la seguridad y la independencia energéticas y frenar el poder económico, cultural y militar del Partido Comunista Chino, enredarse aún más en una disputa territorial entre Ucrania y Rusia no es uno de ellos", dijo DeSantis en marzo.
Desde entonces se ha retractado de sus comentarios sobre que la guerra es una "disputa territorial".
Plan de Trump
Trump por su parte lanzó la semana pasada su plan para "Reconstruir el agotado ejército estadounidense".
En un vídeo pregrabado difundido por su campaña, el ex presidente se centra sobre todo en la política exterior, repitiendo las críticas sobre la gestión de Biden de la guerra de Rusia contra Ucrania. Además, exigirá a Europa que pague a Estados Unidos para que reconstruya sus arsenales de armas, retirados en gran medida desde febrero de 2022, para ayudar a reforzar a Kiev en su lucha.
"Hace menos de tres años, había reconstruido por completo el Ejército de Estados Unidos y conducido a Estados Unidos a una posición global tan fuerte", presumió Trump. Resaltó que "veintinueve meses después, los arsenales están vacíos, las reservas están desnudas, el Tesoro está vaciado, las filas están siendo vaciadas. Nuestro país ha sido totalmente humillado. Tenemos un Presidente corrupto que nos está arrastrando a la Tercera Guerra Mundial".
Esta vez Trump no se ha pronunciado tanto sobre cuestiones de guerra cultural en el ejército. Pero el examandarario tiene un historial bien documentado en lo que respecta a su postura sobre los miembros transgénero del ejército.
En julio de 2017, siendo Presidente, anunció en Twitter que a las personas transgénero ya no se les permitiría "servir en cualquier capacidad en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos".
Con información de The Hill.