Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estiman que 400.000 personas habrán muerto de coronavirus en Estados Unidos para el 20 de enero, cuando el presidente Donald Trump deje el cargo y asuma Joe Biden.
El Político
El país llegó a las 100.000 muertes en mayo, en la primera ola, y a las 200.000 cuatro meses después, en septiembre.
Pasó las 300.000 a mediados de diciembre y las autoridades sanitarias, en base a una serie de modelos matemáticos, prevén que solo tardará un mes y medio más en llegar a las 400.000, reportó Infobae.
EEUU tiene la tasa de mortalidad más alta
EEUU tiene una de las tasas de mortalidad más altas entre los países más afectados por el virus, solo detrás de Italia, España y el Reino Unido.
El ritmo previsto significaría que más de 60.000 muertes adicionales tendrían lugar en las próximas tres semanas. Serían alrededor de 3.000 por día, una cantidad que se ha superado en repetidas ocasiones desde principios de diciembre.
Las cifras son un recordatorio de la creciente velocidad con la que el virus cobra vidas en el país norteamericano, lo que resalta la urgencia de los esfuerzos de distribución de vacunas. Hacia la tarde del miércoles, Estados Unidos ha superado los 19,5 millones de casos positivos y registra casi 400.000 muertes, según el recuento de la universidad Johns Hopkins.
Joe Biden culpó a Trump
Este martes, el presidente electo Joe Biden, culpó el martes a la Administración Trump por el lento despliegue de la campaña de inoculación, que al 28 de diciembre eran poco más de 2,1 millones de dosis administradas, apenas una fracción de los 20 millones prometidos para fin de año.
En el país se están administrando 200.000 inyecciones por día por lo que aún si la velocidad se hubiera acelerado en los próximos días, seguiría estando lejos del objetivo establecido.
“Hace unas semanas, la Administración de Trump afirmó que 20 millones de estadounidenses serían vacunados para finales de diciembre. Con solo unos pocos días para que termine diciembre, solo se ha vacunado a unos pocos millones hasta ahora”, dijo Biden, quien apuntó que al ritmo actual se tardará “años y no meses” en inmunizar a toda la población del país, de 330 millones de personas.
Trump rechazó las acusaciones
Trump, no obstante, rechazó la noción de que su administración fuera responsable de los retrasos, asegurando que esta recae en las autoridades estatales: “El gobierno federal ha distribuído las vacunas a los estados. Ahora depende de ellos administrarlas. ¡Comiencen a moverse!”, expresó el mandatario saliente en una publicación en su cuenta de Twitter.
El lento inicio de la campaña de vacunación coincide con un aumento de las hospitalizaciones en EEUU, que este martes registró al cifra récord de 124.686 pacientes ingresados por la enfermedad, de los que 22.838 están en unidades de cuidados intensivos, de acuerdo al Covid Tracking Project.
Biden reiteró, como ya había dicho a principios de mes, que su objetivo es conseguir que 100 millones de personas reciban la primera dosis en los primeros 100 días de su mandato, que comenzará el 20 de enero. “Si el Congreso nos proporciona los fondos, podremos alcanzar esta increíble meta. Se necesitará aumentar de cinco a seis veces el ritmo actual para llegar a un millón de vacunaciones por día”, afirmó.