El expresidente Donald Trump se enfrenta a un nuevo atolladero político cuando los demócratas del Senado abren una investigación sobre las acusaciones de que presionó al Departamento de Justicia (DOJ) para que investigara a sus oponentes políticos.
El Político
Geoffrey Berman, exfiscal, escribió en un nuevo libro que el Departamento de Justicia bajo el mando de Trump presionó a su oficina para que persiguiera casos penales contra el exsecretario de Estado John Kerry y otras personas consideradas como oponentes políticos de Trump.
Los demócratas, que se han alegrado de encumbrar a Trump y su conducta a raíz de un registro del FBI en su finca de Mar-a-Lago, investigarán el asunto, según anunció el lunes por la noche el presidente del Comité Judicial del Senado, el demócrata Dick Durbin, reportó The Hill.
"Doy la bienvenida a la investigación", dijo Berman el martes por la mañana en MSNBC. "La conducta que se produjo fue tan escandalosa y sin precedentes. Hay que arrojar luz sobre ella".
Presión de Trump
Berman, que fue fiscal del Distrito Sur de Nueva York (SDNY) desde 2018 hasta que se vio obligado a dimitir en 2020, alega en su nuevo libro que su oficina estaba persiguiendo cargos derivados de una declaración de culpabilidad del exabogado de Trump, Michael Cohen.
También citó una investigación sobre el exfuncionario de la Casa Blanca de Trump, Stephen Bannon, que finalmente fue acusado y posteriormente indultado antes de que Trump dejara el cargo.
En otro caso, Berman dijo que el DOJ remitió a su oficina un caso penal que apuntaba a Kerry días después de que Trump enviara dos tuits atacando a Kerry por comunicarse con funcionarios iraníes sobre el acuerdo nuclear de Irán.
El Departamento de Justicia sugirió que el SDNY citara a Kerry utilizando un estatuto de 1799 que nunca había sido procesado con éxito, dijo Berman el martes por la mañana.
Acusaciones
Las acusaciones de Berman, que finalmente dejó su puesto después de que el entonces fiscal general William Barr le dijera que había sido despedido a petición de Trump, suponen el último dolor de cabeza para Trump mientras se prepara para la campaña presidencial de 2024.
Aunque Trump no ha hecho ningún anuncio, se considera más probable que se lance a la carrera.
Con ese telón de fondo político, los demócratas han aprovechado las oportunidades para elevar la conducta del ex presidente, que le ha hecho impopular entre muchos votantes independientes. Han tratado de vincularlo a los candidatos del Partido Republicano a la Cámara de Representantes y al Senado, una tarea no muy difícil dados los esfuerzos del expresidente por mantener el poder sobre el Partido Republicano a través de los apoyos en las primarias.