El expresidente, Donald Trump, no es ya el único aspirante oficial a la nominación presidencial por el Partido Republicano para las elecciones de 2024.
El Político
La exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, se sumó la competencia, aunque por ahora no parezca poner en riesgo las aspiraciones del expresidente.
Haley, quien alguna vez fue vista como la “nueva cara” de un GOP que necesitaba adecuarse a los cambios sociales y demográficos que ha experimentado EEUU en las últimas décadas, cuenta con poco respaldo entre los republicanos y su nombre es mucho menos reconocido nacionalmente que el de Trump, quien antes de presidente ya había sido una celebridad de los medios y los negocios.
¿Verdadera competencia para Trump?
Sin embargo, eso no significa que el expresidente tenga de entrada asegurada la nominación. De hecho, desde que anunció su lanzamiento en noviembre pasado, no parece haber levantado demasiado entusiasmo más allá del núcleo duro de sus seguidores tradicionales, reportó Univision.
Las encuestas sugieren que los votantes republicanos están abiertos a respaldar a alguien que no sea Trump.
Un reciente sondeo de AP y el NORC Center for Public Affairs Research indica que el 49 % de los republicanos que quiere que Trump sea el candidato, mientras que el 50 % no. Entre la población general encuestada, solo el 27 % que quiere que Trump se postule de nuevo.
‘Jóvenes’ contra Trump
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, podría ser una de las principales alternativas al expresidente, porque se presenta como un campeón de las mismas causas nacionalistas del “EEUU primero” pero bajo un envoltorio de político exitoso que ha logrado ganar elecciones aún en territorios tradicionalmente liberales como el condado de Miami-Dade.
Además de DeSantis, los analistas esperan que otros nombres empiecen a sumarse a la competencia pronto, como el exvicepresidente Mike Pence o el secretario de Estado, Mike Pompeo, ambos políticos que trabajaron bajo el gobierno de Trump y podrían presentarse como continuadores de la ideología MAGA (siglas inglesas del Hacer a EEUU grande nuevo).
Además, Haley, de 51 años, y los otros potenciales aspirantes a la nominación republicana tienen la ventaja de ofrecer experiencia con más juventud que la de Trump, quien tiene 76 años.
Y considerando que la estrategia republicana está centrada en explotar el tema de edad como un punto en contra de Joe Biden, de quien, a sus 80 años, se espera que se lance a la reelección, el argumento podría terminar debilitando también la candidatura de Trump.
Problema de carisma dentro del GOP
Trump tiene el problema adicional de ser una figura divisiva. Su irrupción dentro del Partido Republicano en 2015 fue un cataclismo que sacó de la escena a muchos moderados y el ‘establishment’ del partido.
Ha sido el presidente que más votos contrarios de sus partidarios ha obtenido en un ‘impeachment’ ( el segundo de su único mandato, un récord en sí mismo).
Así como mantiene vivo en entusiasmo entre su grupo duro, el expresidente genera un gran rechazo entre gran parte de la población que termina sirviendo de motivador para el voto en su contra.
El resultado decepcionante que tuvieron los republicanos en las elecciones de mitad de periodo de noviembre de 2022 es achacado en parte a que muchos de los candidatos que cercanos a Trump (y a su persistente falacia de que hubo fraude en las presidenciales de 2022) no lograron ganar.
¿Todos contra el expresidente?
Pese a todo eso, Trump tiene grandes posibilidades de quedarse con la nominación, es un nombre conocido y tiene gran capacidad para recaudar fondos, algo que sus potenciales contrincantes no tienen por ahora.
El senador por Utah Mitt Rommey, quien es un crítico de Trump dentro del GOP, advirtió que una profusión de aspirantes para las primarias podría terminar beneficiando los planes del exmandatario porque fragmentaría el voto en su contra y lo dejaría a él con una mayoría relativa suficiente para asegurar la nominación.
Según dijo Romney la única forma de evitar una reedición de lo ocurrido en 2016 es reduciendo la contienda rápidamente a un enfrentamiento entre dos candidatos.
“Los donantes y personas influyentes deben decirle a su candidato, si se está debilitando: ‘Oye, es hora de salir'", de manera que la polarización interna ayude a apuntalar al aspirante que se enfrente a Trump.
Falta mucho camino por andar todavía para llegar a las primarias republicanas el próximo año, pero quizá entre algunos republicanos esté resonando la frase del expresidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, republicano de Wisconsin, quien dijo que "cualquiera que no se llame Trump" puede vencer a Biden.