El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó a bordo del Air Force One al aeropuerto Ben Gurión, cerca de Tel Aviv, minutos antes de la hora prevista a las 12.15 (09.15 GMT), para una visita oficial a Israel y Palestina, donde se reunirá con líderes de ambas partes.
Donald Trump, mostró a su llegada a Israel su convicción de que existe una "rara oportunidad" de llevar la paz a la región. "Tenemos ante nosotros una rara oportunidad de aportar seguridad, estabilidad y paz a esta región", declaró en el aeropuerto internacional de Ben Gurion, en Tel Aviv, reafirmando además el "vínculo indestructible" entre Estados Unidos e Israel.
"Vine a esta tierra antigua y sagrada para reafirmar el vínculo indestructible entre Estados Unidos y el Estado de Israel", subrayó en esta breve alocución.
Un poco antes, a bordo del Air Force One, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, también señaló que había "una oportunidad de hacer progresar las conversaciones de paz" entre israelíes y palestinos.
El optimismo de la administración Trump en el estancado proceso de paz se debe "al ambiente, las circunstancias en toda la región, es lo que el presidente intenta resaltar en este viaje", subrayó Tillerson.
"Los países árabes, Israel, Estados Unidos, todos hacemos todos frente a la misma amenaza: el avance del grupo Estado Islámico, de las organizaciones terroristas", agregó.
"Pienso que eso crea una dinámica diferente", añadió.
Interrogado sobre la polémica por las informaciones clasificadas que Trump habría comunicado a responsables rusos sin el aval de Israel, el jefe de la diplomacia estadounidense minimizó su alcance.
"No creo que haya razones para disculparse", declaró. "Si los israelíes tienen preguntas o pedidos de clarificación, responderemos", agregó.
El presidente de Israel, Reuvén Rivlin, su esposa Nechama, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu y su mujer Sara, fueron los primeros en dar la bienvenida a Donald y a Melania Trump, aunque Netanyahu ya le había saludado en hebreo e inglés en las redes sociales antes incluso de que saliera del avión.
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Los primeros en abandonar el Air Force One fueron la hija de Donald, Ivanka y su esposo Jared Kushner, y seguidamente el matrimonio Trump descendió las escaleras que llevaban a la alfombra roja.
El cielo aéreo estaba completamente despejado cuando el avión oficial se posó en la pista y recorrió varios metros hasta situarse frente a la alfombra de 80 metros en la que esperaba la comitiva de bienvenida.
El recién acreditado embajador de EEUU, David Friedman, estaba en el grupo de recepción, rodeado de la guardia de honor y una banda de música ante la que todos posaron para el saludo oficial de esta visita, antes de pararse a escuchar los himnos estadounidense e israelí.
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Esta es la segunda escala de la primera gira internacional de Trump, que llegó directamente desde Arabia Saudí e inicia hoy su agenda de trabajo con una reunión en Jerusalén con su homólogo Rivlin.
En la pista esperaba ya el helicóptero que le llevará a Jerusalén, donde su primera parada será en la Presidencia, donde será agasajado a las 13.20 hora local (10.20 GMT) con un recibimiento de honor, firmará en el libro de visitas, se reunirá media hora con Rivlin y hará junto a este una breve declaración a la prensa.
Desde allí y acompañado de Melania, Trump se desplazará a la Ciudad Vieja de Jerusalén, en una visita privada que ha causado controversia porque los presidentes estadounidenses en activo no la incluyen en su itinerario por encontrarse la ciudadela en territorio palestino ocupado.
EFE