El discurso de Donald Trump para lanzar oficialmente su candidatura para la reelección presidencial en 2020 no se alejó demasiado de los argumentos que lo mantienen conectado con una amplia base de simpatizantes.
Por Redacción El Político
Ante la ovación de unos 20.000 seguidores en un auditorio de Orlando, Florida, Trump se dirigió este martes a sus copartidarios republicanos acompañado de la primera dama Melania Trump y el vicepresidente Mike Pence
Su lema de campaña será Keep America Great ("Mantengamos grande a Estados Unidos", una derivación del emblemático Make America Great Again que utilizó en la campaña de 2016).
Florida, que Trump definió como su "segundo hogar", será un estado decisivo en las próximas elecciones presidenciales.
"Esta noche me presento ante ustedes para lanzar oficialmente mi campaña para un segundo mandato como presidente de Estados Unidos", dijo Trump. "Prometo que nunca jamás los decepcionaré".
Tal y como hizo en el primer acto público de su pasada candidatura, el ahora presidente volvió a ondear las banderas antiinmigración advirtiendo que a partir de la semana entrante comenzará a deportar a “millones” de ilegales que se encuentran en el país, una amenaza inquietante.
El plan, anunciado por Trump a través de redes sociales a pocas horas del inicio del evento en Florida, prevé redadas en todo el país para capturar indocumentados y deportarlos.
La estrategia había sido archivada a comienzos de año, pues un sector de la Casa Blanca sostenía que las imágenes de las redadas y expulsiones de familias enteras podían desatar polémica. Especialmente porque las redadas sin duda conducirán a la separación de familias ya que se estima que un buen porcentaje de los ilegales tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses por haber nacido en el país y no podrían ser deportados.
Trump, no obstante, decidió revivirla y hacerla coincidir con el lanzamiento oficial de su campaña. Como se recuerda, fueron sus duras palabras contra los inmigrantes mexicanos –a los que llamó “violadores y criminales”– lo que lo lanzó al estrellato y terminó definiendo una estrategia electoral que hizo énfasis en la construcción de un muro en la frontera sur y la mano dura contra la ilegalidad.
“Llevamos 400 millas de muro construido. Más fuerte, más grande y más barato. Imagínense si no lo estuviéramos construyendo. ¿Cómo pararíamos esas caravanas?”, se preguntó, y, en seguida, culpó a los demócratas por los bloqueos en el Congreso que le han impedido ser más severo con la entrada de inmigrantes por la frontera sur, a quienes se volvió a referir como “aliens” y “criminales”.
Además, advirtió de que "la migración ilegal masiva" promete "cortar el camino hacia el sueño estadounidense" a los ciudadanos "más vulnerables" de su país. "Gracias a las políticas demócratas, los niños de escuelas en todo el país están siendo amenazados por la violenta banda criminal MS-13″, dijo.
Su arremetida contra el Partido Demócrata incrementó, y lo tildó de ser “un grave peligro", "socialismo radical" que conspira para “sacarlo del poder”, y “destruir el sueño americano”.
Fuente: MiamiDiario