En una inusual alocución Donald Trump se paró frente a un atril en la Casa Blanca y pronunció un discurso de 46 minutos. Reiteró que él es realmente el ganador de los comicios. Y arremetió contra los resultados que dan como ganador al demócrata Joe Biden.
El Político
El discurso sin audiencia, se difundió exclusivamente por las redes sociales el miércoles. Según Trump posiblemente es “el discurso más importante” de su presidencia.
Aunque se limitó a repetir las acusaciones de fraude electoral que ha denunciado desde el mes pasado, llegó a señalar que el conjunto del sistema se encuentra bajo una “agresión y asedio coordinado”.
El mandatario, que habló desde la Sala Diplomática, mantuvo sus ataques contra los comicios. Trump insistió en sus acusaciones de que las elecciones estuvieron “amañadas”.
“Esto no se trata solamente de honrar los votos de los 74 millones de estadounidenses que votaron por mí”, afirmó Trump. “Es acerca de garantizar que los estadounidenses pueden tener fe en esta elección. Y en todos los comicios futuros”.
Su alegato central es: “Esta elección es acerca de un enorme fraude electoral, fraude nunca antes visto”.
Mas adelante afirma en el video que “Solíamos tener un día de las elecciones y ahora tenemos varios días de elecciones, incluso semanas o meses, y muchas cosas malas han pasado durante este ridículo periodo de tiempo”.
El republicano sostiene que Joe Biden ha ganado de forma ilegal y, si los demás no lo ven, es que son cómplices.
Insiste luego en que está "decidido a proteger nuestro sistema electoral, que está bajo asedio y un asalto coordinado”.
Aproximadamente una hora después de su publicación, el video de Trump había sido reproducido miles de veces en Facebook y había sido compartido por más de 60.000 usuarios
Continuan certificaciones
La alocusión se produce en momentos en que un estado tras otro certifican sus resultados electorales.
De acuerdo a los resultados contabilizados Biden recibió una cifra récord de 81 millones de votos sobre 74 millones de Trump. El demócrata habría alcanzado 306 votos electorales frente a 232 del presidente. La diferencia en el Colegio Electoral es idéntica a la del triunfo de Trump sobre Hillary Clinton hace cuatro años, misma que él describió como “una paliza”.
Muchas de las afirmaciones del mandatario han sido desmentidas reiteradamente en las últimas semanas. Miembros de su propio gobierno, incluyendo al secretario de Justicia Willam Barr, declararon que no se ha encontrado evidencia de fraude electoral en gran escala.
De hecho, Christopher Krebs, director de la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de Infraestructura del Departamento de Seguridad Nacional, expresó su confianza en la integridad de los comicios antes de la jornada electoral del 3 de noviembre. Y posteriormente rechazó acusaciones de que el conteo hubiera quedado manchado por algún fraude. Trump despidió a Krebs hace unas semanas.
Por su parte, el martes en una entrevista con The Associated Press , Barr dijo que el Departamento de Justicia no ha descubierto evidencia de fraude electoral en gran escala que pueda cambiar el resultado de las elecciones de 2020.
Mientra en los tribunales de varios de los estados más disputados han desestimado una serie de demandas presentadas a nombre del mandatario.
Biden, en tanto, prosigue con la formación de su gabinete en preparación de su investidura del 20 de enero.
Llamado republicano a Trump
“Señor presidente, parece que usted ha perdido el Estado de Georgia. Estamos investigando, hay siempre una posibilidad, lo entiendo, usted tiene derecho a ir a los tribunales, de lo que usted tiene capacidad es de dejar de inspirar a la gente que comete actos potenciales de violencia”, espetó el pasado lunes Gabriel Sterling, un alto funcionario republicano de Georgia, en una airada intervención ante la prensa.
“Alguien va a resultar herido -advirtió-, alguien va a recibir disparos, alguien va a ser asesinado”, recalcó.
Es conveniente recordar que en una encuesta de Yougov para The Economist en la semana posterior a las elecciones, el 86% de los votantes de Trump respondieron que creían en la teoría del fraude de su candidato.
Por su parte la campaña de recaudación para la ofensiva legal -una serie de querellas introducidas en todos los Estados clave perdidos: Wisconsin, Pensilvania, Georgia – le han supuesto ya unos ingresos de 170 millones de dólares.