La mayoría de los votantes de Florida están preocupados por el problema del cambio climático que ya está afectando algunas zonas del estado, Donald Trump hablará de ese tema en su campaña de reelección, pero dependiendo de la estrategia que emplee influirá en los votos de los electores.
El Político
Trump al referirse al tema del cambio climático habla sobre los contratiempos que se observan, pero no del origen de los mismos, explica el portal de noticias www.tampabay.com
Hasta el momento esa estrategia les ha resultado a los republicanos en el estado del sol. Conversan sobre los retos más importantes y específicos que confrontan los ciudadanos de la Florida como el problema con las algas sargazo, las inundaciones costeras y las amenazas a los Everglades, pero no hacen referencia a las causas de esos problemas ambientales.
Ahora es posible que esa estrategia no resulte ya que la política ambiental en Florida ha cambiado desde la primera vez que Trump fue candidato en el 2016. De hecho algunos republicanos del estado afirman que el fenómeno ambiental es una amenaza.
Ejemplo de ello es que tanto el gobernador Ron DeSantis como el senador Rick Scott expresaron en sus campañas que se comprometían a cuidar el medio ambiente, pero no mencionaron que los problemas que tiene Florida se deben a que existe un calentamiento global.
Hasta el momento, la campaña que realiza Trump sobre este tema no ha cambiado en nada desde el 2016, cree que puede seguir con el mismo esquema sin que tenga un costo político.
Uno de los anuncios que han realizado quienes trabajan en la campaña de Trump es que va a bajar las emisiones de dióxido de carbono, esto implica que puede ser que reconozca que es vital evitar el uso de combustibles fósiles.
Sobre ese tema, la subsecretaria de prensa de la campaña del mandatario estadounidense, Sarah Matthews aseveró: "Las políticas de competencia e innovación del presidente ya han producido importantes disminuciones de las emisiones de carbono aquí en los Estados Unidos, al mismo tiempo que inician una revolución energética".
Pero esa declaración la dio debido a la constitución de la Florida Climate Reporting Network, por parte del Miami Herald y el Tampa Bay Times.
Cabe destacar que los informes federales sobre las cifras de emisiones de carbono anuales no se publican sino hasta el final de cada año calendario.
Pero Matthews hizo la afirmación basándose en las predicciones publicadas en junio por la Administración de Información de Energía que indicaron que habrá una disminución del 2% en las emisiones de dióxido de carbono en el 2019 y una caída del 0,9% en 2020.
Esos datos dan a Trump el argumento de "liberar energía estadounidense" en forma de desregulación, además no implica un aumento de las emisiones.
Matthews puntualizó: "El presidente continuará avanzando en soluciones realistas para reducir las emisiones al tiempo que garantiza una energía confiable, asequible y abundante".
Mientras tanto, los grupos ecologistas afirman que Trump no ha creado una política ambiental firme ya que siempre ha estado relacionado con la industria de los combustibles fósiles.
Ariel Hayes, director político nacional de La Sierra Club afirmó: "No hay nada nuevo en que Trump intente falsamente de tomar crédito por el trabajo de otros, o que él esté contento con dejar que Florida se deslice hacia el mar si beneficiará a los CEOs de petróleo y gas unos pocos dólares".
Agregó Hayes que el hecho de que Trump niegue la existencia de un problema climático es una amenaza para todos los floridanos. Aseveró: “La única manera segura de cambiar las cosas es asegurarse de que tengamos un presidente diferente en el 2020 ".
Divisiones en la política climática
Los funcionarios que trabajan con Trump están divididos sobre como ejecutar una política climática. Algunos están preocupados por las advertencias que hacen los científicos sobre el cambio climático, y creen que seguir comunicando que no creen en esas informaciones puede ocasionar graves costos políticos.
Otros apoyan firmemente la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del acuerdo climático de París. Están de acuerdo con el primer mandatario sobre el cuestionamiento que hace acerca de la grave amenaza que representa para el planeta el cambio climático.
Actualmente, los republicanos que integran el Congreso han comenzado a discutir abiertamente la amenaza del cambio climático. Matt Gaetz, representante de Florida, propuso en abril un "acuerdo verde", el cual presentó como una alternativa al plan de los demócratas que afirma que el cambio climático es una amenaza para la seguridad nacional.
Gaetz, junto con los representantes de Florida Francis Rooney, Brian Mast y Bill Posey, son miembros del Caucus de Climate Solutions de la Cámara de Representantes.
La situación del cambio climático se ha vuelto un tema importante en la agenda política de Florida, por ello algunos republicanos del estado creen que la actual política climática que tienen puede ser una amenaza para captar los votos en las elecciones que se aproximan.
Para el republicano McClatchy la situación del clima "ha suplantado al crimen y la educación, que durante años han sido los temas uno y dos en las encuestas de opinión pública".
Una encuesta realizada por Quinnipiac, y publicada en el mes de marzo de este año indicó que el 72% de los votantes de Florida están "muy preocupados" o "algo preocupados" por el cambio climático y el 66% se encuentran "muy preocupados" o "algo preocupados" de que ellos o un miembro de su familia sean afectados directamente por el cambio climático.
Sin embargo, a los reguladores ambientales estatales se les prohibió usar las frases "cambio climático" y "calentamiento global" durante la administración de Scott, lo que no impidió que el ex gobernador obtuviera un puesto en el Senado de los Estados Unidos.
Caso Miami
Miami ha sido un modelo de cómo hacer campaña contra el cambio climático en comunidades moderadas y conservadoras sin hablar de ello.
Hace dos años, el alcalde republicano de la ciudad, Tomás Regalado hizo campaña a favor de un nuevo impuesto para facilitar que el gobierno invirtiera 400 millones de dólares, la mitad del mismo debía ser empleado para proteger a la ciudad del aumento del nivel del mar.
En ese momento Regalado reconoció que es un tema que no entusiasma mucho a su base electoral ni a su partido.
Cuando el huracán Irma se acercaba al sur de la Florida, Regalado llamó al presidente Donald Trump para hablar del cambio climático, explicándoles que había una relación entre el aumento de la temperatura de la superficie del mar y los huracanes. En ese momento le dijo al primer mandatario: “Si esto no es un cambio climático, no sé qué es.”
Pero a diferencia de Miami Beach, donde una base de votantes liberal está relacionada con el cambio climático, Regalado sabe que los votantes ancianos y conservadores que tienden a dominar las elecciones de Miami son notoriamente adversos a los aumentos de impuestos y no se preocupan por las consecuencias a largo plazo del cambio climático en el sur de la Florida.