El presidente de EE.UU, Donald Trump, afirma que no mantuvo ninguna reunión con Mohammad Javad Zarif porque considera prematura una conversación con el ministro de Exteriores iraní en la cumbre de G7, que se lleva a cabo en Francia.
El Político
”No estamos buscando un cambio de régimen, ustedes han visto cómo ha resultado eso en los últimos 20 años, queremos que Irán vuelva a ser rico, que se hagan ricos, que lo hagan bien, si quieren”. expresó Trump.
Recuerda Trump, o al menos lo insinúa al Irán del llamado imperio persa, dirigido por Mohammad Reza Pahlaví que fue sah de Irán desde el 16 de septiembre de 1941 hasta la Revolución islámica del 11 de febrero de 1979. Ostentaba el tratamiento de Su Majestad Imperial y portaba los títulos de Shahanshah y Aryamehr. Fue el segundo y último monarca de la dinastía Pahlaví y el último sah iraní.
El mandatario estadounidense enfatizó que “es demasiado pronto” para sostener una reunión cara a cara con el diplomático, aún así dijo que no se sorprendió de que París invitara al canciller a participar de la cumbre en la ciudad de Biarritz.
Con respecto a la presencia de Zarif, el presidente de EE.UU dijo “sabría qe vendría” a la visita organizada por el francés Emmanuel Macron, en un intento de romper el estancamiento diplomático en el controvertido programa nuclear de Teherán.
El acuerdo nuclear de 2015 entre las potencias occidentales e Irán quedaron prácticamente sin efecto luego de que Trump retirara unilateralmente el apoyo de su país el año pasado, reintroduciendo sanciones que dañaron la economía de Irán.
Dispuesto al diálogo
Trump señaló que su país debía entablar conversaciones con la República Islámica por la duración del actual acuerdo nuclear y por el programa de misiles balísticos. “Lo que queremos es muy simple. Tiene que ser no nuclear, detalló.
Por otra parte el presidente estadounidense aseguró que su deseo es querer que Irán se fortalezca, siempre y cuando respete los estándares norteamericanos de nivel de vida para el pueblo iraní.
Sutil alusión a un cambio de gobierno
Trump no sólo no conversa con el canciller iraní, sino además se hace eco de un tendencia que crece: "con el Pahlevi vvíviamos mejor".
Los libros de historia posteriores a la Revolución islámica enseñan que el Sha era un dictador extravagante y pro-occidental, al que la CIA colocó en el poder con la operación Ajax para reprimir a los comunistas iraníes y asegurar el acceso de EEUU al petróleo persa. Su policía secreta, el SAVAK, torturaba y ejecutaba con total impunidad, especialmente en los ocho años anteriores a la Revolución islámica.
La sombra de Palhavi
La memoria a favor del polémico emperador persa que falleció en el exilio comienza a reactivarse, según El Confidencial, el malestar con la marcha económica -los éxitos macro y el acuerdo nuclear de 2015 no han aliviado las dificultades de las clases populares-, especialmente por los recortes en el último presupuesto presentado por Rohaní.
Lo que comenzó como una protesta de los más desfavorecidos contra el desempleo y el programa económico del Gobierno -estalló en Mashhad, bastión de los oponentes a Rohaní y ciudad natal de Jamenei- terminó escapando al control de las facciones del ‘establishment’ y extendiéndose a una docena de ciudades.
Las manifestaciones adquirieron un tono antisistema. Solo en Teherán hubo cientos de detenidos. El 90% menores de 25 años, el rango de edad mayoritario entre los parados iraníes. La llamada "tercera generación de la revolución".
"Reza Shah the King (Pahlavi) Sorry… Sorry" , los manifestantes le pedían perdon al Sha, y olvidaban el despilfarro que tambien protagonizó así como horrores a los presos politicos. “Libertad, ¡libertad! Es lo único que quiero, lo que teníamos antes de los mulás”.
Treinta y cinco años antes de esta escena, el 17 de enero de 1979, una oleada de júbilo inundó las calles de Teherán. Los iraníes celebraron la caída de un monarca megalómano que pudo reunir una fortuna superior a los 2.000 millones de dólares, a los que se sumaba un imperio de empresas y propiedades cuyo monto era imposible de calcular.
La procedencia de la riqueza de la familia Pahleví era difícil de determinar, pero en parte procedía directamente del presupuesto nacional del Estado iraní.
El presupuesto que ahora debe recortar Rohaní, según reseña Angel Martínez en Mundo Cane.
¿Hacia donde va Irán?
Lo cierto es que Pahlevi también fue un atraso, su liberalismo económico se acompañó del autoritarismo más cerrado, en un país que había tenido experiencias participativas muy interesantes durante la primera mitad del siglo XX.
A eso se sumó la asunción de un rol de potencia regional que iba más allá de sus capacidades reales, muchos dicen que más por consolidar su propio prestigio como líder que por el beneficio de Irán", explica a este diario Luciano Zaccara, profesor e investigador de estudios del Golfo en la Universidad de Qatar.
Pese a los muertos, en las recientes protestas la represión ha sido limitada. La razón es simple: Rohaní debe alejarse de las prácticas de Ahmadineyad si quiere mantener su reputación de reformista.
La respuesta del Estado revela las fracturas en el ‘establishment’ político. Para acabar con el descontento y frenar a sus oponentes, la mejor opción de Rohaní es atender a las demandas de los manifestantes e impulsar reformas.
El extraño movimiento surgido en Mashhad puede transformarse en su oportunidad para dejar de ser la diana de los jóvenes y convertirse en el artífice de un cambio.