Donald Trump ha lanzado una contundente advertencia a Sudáfrica, afirmando que Estados Unidos no tolerará lo que él describe como violaciones masivas de derechos humanos. En un mensaje publicado en su plataforma Truth Social este 2 de febrero, Trump anunció la suspensión de toda ayuda financiera a Sudáfrica, citando la confiscación de tierras y el trato injusto a ciertos grupos de personas como las razones detrás de su decisión.
Trump acusó al gobierno sudafricano de "confiscar tierras" y de tratar a ciertos sectores de la población "MUY MAL". En sus declaraciones, enfatizó que esta situación es una "violación masiva de derechos humanos" que merece atención.
El presidente estadounidense prometió que no solo cortaría los fondos, sino que también iniciaría una investigación exhaustiva sobre las políticas del país africano, creando un clima de incertidumbre sobre las posibles revelaciones que podrían surgir.
El gobierno sudafricano, liderado por el presidente Cyril Ramaphosa, ha rechazado categóricamente las afirmaciones de Trump. En un comunicado oficial, la presidencia subrayó que el recientemente aprobado Acta de Expropiación no es un instrumento de confiscación, sino un proceso legal destinado a garantizar el acceso equitativo a la tierra. Ramaphosa enfatizó que Sudáfrica es una democracia constitucional comprometida con la justicia y la igualdad.
Además, el gobierno sudafricano destacó que la asistencia estadounidense es mínima y se centra principalmente en programas de salud, como el PEPFAR, que apoya iniciativas contra el VIH/SIDA en el país.
Organizaciones como AfriForum han expresado su preocupación por las medidas punitivas anunciadas por Trump, advirtiendo que podrían afectar negativamente a los ciudadanos sudafricanos comunes que ya enfrentan dificultades económicas.
Mientras Trump se prepara para investigar las políticas del país africano, se espera que ambas naciones busquen un entendimiento más claro sobre estos temas en futuras conversaciones. La administración sudafricana ha manifestado su disposición para dialogar con el gobierno estadounidense sobre estos asuntos críticos.