El presidente de EEUU, Donald Trump, acudirá este miércoles a su encuentro con el papa Francisco en el Vaticano dispuesto a escuchar y sin soluciones dogmáticas a problemas como la crisis de refugiados o el cambio climático, según la Casa Blanca.
La prensa suele retratar a Trump "un poco diferente de lo que es" realmente, ya que muchos líderes mundiales con los que ha entablado contacto han podido ver que es "una persona muy reflexiva y muy buen oyente", explicó bajo anonimato a un reducido grupo de medios, entre ellos Efe, un alto funcionario de la Casa Blanca.
Y con esa misma actitud espera Trump la audiencia con el pontífice, sobre el que piensa que es "un gran hombre" y por quien siente "un gran respeto", agregó la fuente.
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"Creo que una cosa que el presidente ha demostrado es que está dispuesto a ser flexible y a tener amplitud de miras. Así que creo que va a ser un gran encuentro", anticipó el alto funcionario.
Hay desafíos globales como el calentamiento global o la crisis de refugiados sobre los que las posturas públicas defendidas por el papa y Trump han sido claramente dispares.
Mientras el papa se declara partidario de no cerrar fronteras, Trump planea construir un muro en la frontera con México y ha tratado en dos ocasiones, aunque sin éxito, de prohibir la entrada a EEUU de todos los refugiados y los ciudadanos de varios países de mayoría musulmana.
Y frente a la encíclica del pontífice "Laudato si", dedicada al impacto del cambio climático, Trump ha llegado a decir que el calentamiento global es un "invento" de los chinos y su Gobierno evalúa si EEUU debe continuar formando parte del Acuerdo de París.
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No obstante, según el alto funcionario, en ambos casos Trump y el papa "no necesariamente están en desacuerdo" sobre cuál es el problema, sino que opinan de manera diferente sobre cómo afrontarlo y las posibles soluciones.
Con el predecesor de Trump, Barack Obama, el pontífice se saltó la norma y pasó más de 50 minutos en marzo de 2014 hablando con él de paz, política migratoria y los conflictos en Siria y Ucrania.
Un año y medio después, en septiembre de 2015, el papa Francisco visitó la Casa Blanca en el marco de su viaje oficial a EEUU y Obama, en un ambiente de elogios mutuos y la buena sintonía entre ambos, destacó el "inestimable apoyo" del pontífice en el proceso de acercamiento con Cuba.
Fuente: EFE