La situación legal de la tripulación del avión de Emtrasur retenido en el aeropuerto de Ezeiza se complica. Iraníes y venezolanos fueron imputados por la fiscal argentina Cecilia Incardona por "posibles actos terroristas."
Mario A. Beroes R./El Político
La fiscal puso particular énfasis en el capitán del Jumbo 747-200 de la aeronave venezolana, Gholamreza Ghasemi, quien posee vínculos con el grupo terrorista AlQuds, confirmados por organismos de seguridad de varios países.
La fiscal Incardona considera que a medida que han avanzado las investigaciones, "surgen evidencias o rastros" que obligan a seguir con la investigación de Ghasemi Gholamreza y de toda la tripulación.
Según la funcionaria judicial, Gholamreza era el responsable de la carga que transportaba el avión de Emtrasur, "conforme las obligaciones del Estado Argentino para prevenir y sancionar hechos de terrorismo.”
El dictamen dice que "las irregularidades llevan a indagar si el verdadero objetivo del arribo de la aeronave a nuestro país fue exclusivamente para transportar mercadería de autopartes, o bien si estuvo fundado en razones diferentes a las alegadas."
Añade que esto puede constituir, eventualmente, "un acto de preparación para proveer bienes o dinero que pudieran utilizarse para una actividad de terrorismo, su financiamiento u organización”.
Por su parte el régimen venezolano guarda un extraño silencio. Más allá de un reclamo diplomático a la cancillería uruguaya, la dictadura que dirige Nicolás Maduro no ha expresado mayor opinión.
¿Apellidos cambiados o parecidos?
Es muy común en el mundo árabe o persa, que se tomen como apellido sus lugares de nacimiento.
Bajo ese esquema los miembros de Hezbollah, Quds y otras organizaciones deforman sus nombres y apellidos, cambiando letras o jugando con las pronunciaciones.
El copiloto del Boeing 747 de bandera venezolana, Mohammad Khosraviragh, quien presentó ante migraciones de Argentina el pasaporte Z46712482, en verdad tendría como apellido el de Khosrviragh.
“Khosraviragh“ encontrará un parecido fonético con “Khosravi Irak” y este es un indicio de la verdadera identidad del copiloto del vuelo de la empresa Mahan Air”.
El copiloto que se identificó como Mohammad Khosraviragh, en realidad, sería nacido en territorio iraquí pero en verdad podría ser “Mohammad Khosrviragh, hoy un activo colaborador de la inteligencia iraní y "el enlace principal de las operaciones entre Venezuela y Argentina,” según datos aportados por el diario El Clarín.
“Mohammad Khosrviragh” trabajó varios años y en forma muy cercana al General Qassem Soleimani y hasta su muerte, quien fue el jefe de la fuerza de elite Quds y arquitecto de la creciente influencia militar de Irán en Medio Oriente y las acciones de esta fuerza a nivel global.”
FBI lo confirma
El informe del FBI confirma lo ya advertido por otros cuerpos de seguridad suramericanos e israelíes, la vinculación directa del piloto del avión de Emtrasur, Gholamreza Ghasemi, con las Fuerzas Quds.
Estas "fuerzas" son la división de la Guardia Revolucionaria iraní especializada en operaciones de inteligencia, y con Hezbollah.
De ahí que al juez Federico Villena le tocó “delimitar el objeto procesal”. La fiscal ya había impulsado la investigación el lunes 13, pero en ese momento no había pruebas concretas contra la tripulación.
En una semana, el juez Villena ordenó unas 60 medidas de prueba y el expediente suma ocho cuerpos. Muchas de ellas todavía no llegan al juzgado.
El magistrado espera con expectativa un informe definitivo sobre los teléfonos y las tablets secuestradas a los tripulantes. También está pendiente el análisis de las dos “cajas negras” del avión.
Envían exhorto a EEUU
El juez Federico Villena enviará un exhorto a Estados Unidos para requerir datos sobre investigaciones y causas en curso que la Justicia de ese país tenga abiertas sobre el piloto iraní Gholamreza Ghasemi, de quien se sospechan vínculos con grupos terroristas.
Asimismo, se requerirán registros sobre el avión venezolano-iraní en tribunales estadounidense y antecedentes de embargos.
El exhorto fue una de las medidas que la fiscal Cecilia Incardona sugirió en su dictamen en el que formalmente el sospechado piloto quedó imputado en la causa federal que mantiene a la aeronave retenida en Ezeiza.
En su requerimiento de instrucción la fiscal detalló su solicitud de medidas de prueba y, en particular, apuntó a un "exhorto diplomático a EE.UU. para que se amplíe lo ya informado y ese Estado manifieste si el señor Gholamreza Ghasemi resulta formalmente investigado en algún proceso en ese país y, en su caso, si se adoptó alguna medida restrictiva de su libre circulación".
Sobre el avión, la fiscal requirió pedir informes por vía diplomática sobre "si pesa o no un embargo o restricción formal sobre la aeronave Boeing 747-300(M), matrícula YV3531″.
Aquino: "Ese no es el piloto"
Por otra parte, el ministro de Inteligencia de Paraguay, Esteban Aquino, puso en duda la identidad del copiloto.
Aquino fue uno de los primeros funcionarios en elevar sospechas sobre el vuelo que llegó a la Argentina el lunes 6 de junio y sus ocupantes.
Gracias a las investigaciones realizadas por su agencia, se pudo determinar que el capitán Gholamreza Ghasemi es CEO de Qeshm Fair Air, una aerolínea que tuvo participación directa en diversas actividades terroristas, y no un “homónimo” como se sospechaba en la Argentina.
Aquino recomendó verificar las huellas dactilares de todos los integrantes del vuelo y chequear cuidadosamente si los tripulantes son quienes dicen ser.
“Nosotros lo que hicimos es compartir esa preocupación con agencias de inteligencia mucho más grandes que la nuestra, que tienen más acceso y mejores bases de datos que nosotros, que somos muy humildes, entre ellas Estados Unidos e Israel".
El funcionario paraguayo informó además que pudieron verificar que la tripulación solía apagar el transponder del avión, otro dato que había sido negado por autoridades argentinas.
El transponder es un sistema aeronáutico que transmite información en tiempo real sobre la identificación de la aeronave y su altitud.
Los radares terrestres toman las respuestas emitidas por el transponder para determinar la posición geográfica de los aviones.