Trece países latinoamericanos se reunieron ayer en Quito para discutir medidas para atender la migración venezolana en la región.
En la cita, que se extenderá hasta el viernes, el canciller ecuatoriano José Valencia urgió a gestionar financiamiento internacional.
Además señaló que la ausencia de estatus migratorio y laboral vuelve a los migrantes venezolanos vulnerables a la trata de personas así como explotación laboral entre otros delitos.
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“Estamos conscientes en la región de que la magnitud de la crisis migratoria que enfrentamos demanda con urgencia, pasar de la declaración a la acción”, dijo Valencia.
A la reunión, asisten representantes de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Venezuela se marginó del encuentro al igual que su aliado Bolivia, que sí estuvo en la primera cita de septiembre pasado también en Quito, cuando la región pidió al presidente venezolano, Nicolás Maduro, que acepte ayuda humanitaria.
En la reunión, participan además Eduardo Stein, enviado especial de la ONU para el éxodo venezolano, y delegados de Estados Unidos y de Europa que asisten como observadores.
“La crisis producida por estos torrentes migratorios es transfronteriza, es regional, y por tanto las soluciones que debemos adoptar deben tener esa marca regional, de integración”, destacó el canciller de Ecuador.
Ecuador exige “pasar de la declaración a la acción” ante crisis venezolana
Según cifras de la ONU, desde 2015 al menos 2,3 millones de personas dejaron Venezuela, huyendo de la crisis política económica.
Colombia, Perú y Ecuador son los principales receptores de migrantes venezolanos.
Fuente: Sumarium