Conforme a la convergencia de opiniones de analistas políticos y especialistas en las Fuerzas Armadas consultados por BBC News, el cambio de mando de las Fuerzas Armadas de Brasil fue un intento de la cúpula militar de desvincularse de las instituciones del gobierno de Jair Bolsonaro. Y coinciden en anticipar que en nada cambiará el apoyo y la participación de los militares en la administración del mandatario.
El Político
En artículo elaborado por Leandro Machado para BBC Brasil, se indica que los generales estarían descontentos con los supuestos intentos de Bolsonaro de interferir políticamente en las fuerzas armadas. Porque exigiría un mayor apoyo al gobierno y sus frecuentes amenazas de ruptura con la democracia.
La salida de los militares fue vista como un acto de protesta por el despido del general Fernando Azevedo e Silva, quien fungió como ministro de Defensa de Brasil designado por el mismo Bolsonaro. Fue reemplazado por el general Walter Braga Netto, que hasta entonces se encontraba al frente de la Casa Civil, considerado el ministro más importante del poder ejecutivo.
Este martes, se anunció que los comandantes Edson Pujol (Ejército), Ilques Barbosa Junior (Armada) y Antonio Carlos Bermúdez (Aeronáutica) dejaron la dirección de las instituciones. La prensa informó que los tres generales se reunieron tras la renuncia de Azevedo y decidieron dimitir en apoyo de su colega.
Bolsonaro: qué supone para el presidente de Brasil la histórica renuncia en bloque de la cúpula militar https://t.co/AoJdm2vIOv
— BBC News Mundo (@bbcmundo) March 31, 2021
Gobierno de Bolsonaro extremadamente militarizado
Por primera vez los tres comandantes de las Fuerzas Armadas cedieron sus cargos al mismo tiempo por desacuerdo con el presidente de Brasil. Para Juliano Cortinhas, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia (UnB), la dimisión de los comandantes no debe interpretarse como un "desembarco" de las Fuerzas Armadas del gobierno de Bolsonaro. Comentó: "No es porque los tres generales y el ministro Azevedo renunciaron que los 6 mil militares, en activo y en reserva, dejarán sus puestos de gobierno, sus departamentos funcionales y los sueldos que reciben".
A su modo de ver Hubo un desacuerdo en un punto, pero el gobierno seguirá extremadamente militarizado y con el apoyo de las Fuerzas Armadas que tiene desde el inicio.
Se calcula que cerca de 6 mil uniformados ocupan cargos en diferentes áreas del gobierno de Bolsonaro. Tanto en dirección de ministerios y en el liderazgo de empresas estatales. Un ejemplo emblemático es el de Eduardo Pazuello, general en actividad del Ejército. Durante diez meses estuvo al frente del Ministerio de Salud en medio de la pandemia del Covid-19. Su manejo fue catalogado como desastroso. Durante su gestión promovió el empleo de fármacos ineficaces y fuera de os límites científicos. Ahora es investigado por omisión durante la escasez de oxígeno hospitalario en Manaos en enero pasado.
Pazuello asumió el cargo bajo elogios por su supuesta competencia en logística. Pero cuando dejó la cartera, Brasil ya había registrado más de 270 mil fallecimientos por Covid-19. Y la vacunación contra la enfermedad avanzaba a un ritmo lento.
¿Ruptura con la democracia?
Tras el cambio de mando de las tres fuerzas militares, se teme que los nuevos comandantes puedan embarcarse en la retórica de ruptura con la democracia. La misma que ha utilizado Bolsonaro en los últimos años. Recientemente, el ahora ex comandante Edson Pujol dijo que el ejército no tiene partido político. Y que no participaría en movimientos autoritarios de disrupción.
Este martes el vicepresidente Hamilton Mourão, general en la reserva, declaró al portal de noticias G1 que no hay posibilidad de que las Fuerzas Armadas participen en un golpe. Comentó: "El cambio en las Fuerzas Armadas demuestra un distanciamiento de estos generales del gobierno, pero no es una crisis. El apoyo y participación de los militares continúa. Ellos eligieron ser parte de este juego, optaron por participar en el gobierno y le dieron respaldo a Bolsonaro. Vivimos un momento muy preocupante en relación con la democracia".
Para Augusto Teixeira, politólogo de la Universidad Federal de Paraíba, las Fuerzas Armadas viven un momento de contradicción en relación con el gobierno. Precisó: "Mientras los generales dicen que las Fuerzas Armadas son órganos del Estado y no del gobierno de Bolsonaro, miles de militares ocupan cargos en ese mismo gobierno. Incluso en importantes ministerios. El vicepresidente de la república, Hamilton Mourão, es un general de reserva. La salida de los generales generó un terremoto en las Fuerzas Armadas. Esta contradicción se ha esparcido, pero no creo que haya un desembarco gubernamental".
Fuente: BBC News