Una mujer que quiere volver a ser mujer. Esa es la historia de Luka, una joven de 21 años de edad, oriunda de Minnesota, al norte de Estados Unidos.
El Político
Estando en plena adolescencia, a sus 16 años de edad, Luka vivió el divorcio de sus padres.
La mujer empezó a adentrarse en internet, donde encontró el relato de varios “influenciadores” que se habían practicado operaciones para cambiar de género.
Imbuida en su mundo y un tanto confundida, Luka decidió someterse a revisión médica. Lo hizo en el Centro Médico de la Universidad de Nebraska.
Luego de un par de consultas, los médicos de la institución, que se especializa en el tratamiento de hombres y mujeres “trans”, le diagnosticaron disforia de género.
La patología suele describirse como la afección padecida por individuos que sienten una extrema inconformidad con su sexo biológico.
Luego del diagnóstico, los especialistas le remitieron al Departamento de Cirugía, donde se le practicó una mastectomía bilateral.
Además de quitarle sus senos, los médicos empezaron a proporcionarle terapia hormonal.
A cinco años de aquellos sucesos, la joven se confiesa arrepentida. Al día de hoy, Luka cree que no fue orientada de forma adecuada por los especialistas que le trataron.
“Estaba atravesando el momento más oscuro y caótico de mi vida y, en lugar de darme la ayuda que necesitaba, estos médicos convirtieron ese caos en realidad”, dice.
Por ese motivo, la mujer, que optó por “destranciosionarse”, ha demandado al Centro Médico de la Universidad de Nebraska.
El litigio fue presentado por Harmeet Dhillon, abogado del Center for America Liberty, quien ha calificado el caso como una “negligencia médica realmente indignante”.
Luka no sólo está inconforme con la remoción de sus mamas, sino que también padece secuelas derivadas de la terapia hormonal.
Actualmente, sufre dolores en distintas articulaciones, en la espalda baja, las manos y la zona pélvica.