Organizaciones sindicales y sociales, estudiantes, docentes y militantes se manifestaron este viernes en distintas ciudades de Argentina contra los despidos, el ajuste y las políticas "neoliberales" del Gobierno de Mauricio Macri por considerar que atentan contra la clase trabajadora y generan "hambre".
"Esta plaza es el símbolo de un pueblo que no está dispuesto a rendirse, a aceptar que la lógica de la gobernabilidad sea permanentemente el ajuste, destruir el empleo, generar despidos y enfriar la economía", señaló el titular de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, desde el escenario ubicado en la Plaza de Mayo de Buenos Aires.
Frente a la sede de Gobierno, donde se desarrolló el acto central ante cientos de personas, Yasky denunció que el actual Ejecutivo llegó al poder en diciembre con un "espíritu revanchista" y ahora quiere "ponerle el pie en el pecho a los trabajadores, a los movimientos sociales".
Tanto él como el líder de la denominada CTA ‘Autónoma’, Pablo Micheli, y el resto de los integrantes de ambas fuerzas sindicales criticaron duramente a la peronista Confederación General de los Trabajadores (CGT) por no estar presente en la marcha de este viernes y, sobre todo, por haberse reunido el pasado 19 de octubre con el Gobierno y representantes de las cámaras empresariales.
En dicho encuentro, se acordó abrir una negociación en cada sector empresarial del ámbito privado para el pago de un bono de fin de año que alivie los efectos de la inflación y que deberá ser de un mínimo de 2.000 pesos (unos 130 dólares) por trabajador.
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Según dijo a Efe el diputado del Movimiento Socialista de los Trabajadores y congresal nacional del ala opositora de la CTA, Alejandro Bodart, la CGT "ha traicionado la lucha y está apoyando a un gobierno neoliberal".
"En vez de estar acá terminó acordando con el Gobierno por un bono miserable", ya que "para cubrir lo que hemos perdido tendría que ser entre 15.000 (980 dólares) y 20.000 pesos (1.300 dólares)", agregó antes de insistir en que lo necesario es reabrir las negociaciones salariales porque en un país con "un 50 % de inflación" los sueldos han aumentado apenas un 30 %.
El sindicalista anunció que las organizaciones buscan que haya un "gran paro general" y poner en marcha un plan de lucha "para derrotar una política económica que es nefasta para los trabajadores".
Además de las dos CTA, desde primera hora de la tarde numerosas columnas compuestas por miembros de organizaciones políticas y sociales como Barrios de Pie, cooperativistas, estudiantes y profesores fueron llegando a la plaza al ritmo de los numerosos tambores, imagen que se repitió en otras ciudades del país.
Entre ellos se encontraba Laura Morón, integrante de la agrupación kirchnerista Nuevo Encuentro, quien en declaraciones a Efe denunció que el Ejecutivo se está "endeudando" y "redireccionando" el dinero "para sus amigos" del sector privado y "otro tipo de negociaciones que no son en beneficio del pueblo".
"Nosotros no negamos los casos que haya habido de corrupción durante el kirchnerismo" pero ya no se ponen en marcha políticas "para que todo el pueblo pueda vivir dignamente y con todos los derechos adquiridos" durante los últimos años, aquellos que no se pueden "seguir mejorando" porque "los están avasallando".
Armados con banderas y carteles, los manifestantes rechazaron la subida de tarifas de los servicios públicos implementada por Macri y, como ya es común en toda movilización contra su Gobierno, pidieron la liberación de la activista y diputada del Parlasur Milagro Sala, detenida de forma "arbitraria" en Jujuy (norte) desde enero pasado, algo que también solicitó la propia ONU este mes.
Frente a ellos también habló Micheli, de la CTA Autónoma, quien llamó a la "unidad de clase" entre las dos ramas del sindicato para "luchar" y "derrotar al neoliberalismo" en el país suramericano.
"No puede haber Argentina feliz con salarios de hambre, con jubilaciones de hambre" y "no puede haber crecimiento con distribución justa de la riqueza si seguimos pidiendo plata (dinero) prestada para que siga la fiesta de los ricos en contra del hambre del pueblo", aseveró.
Esta movilización produjo a lo largo del día en Buenos Aires una gran congestión en el tráfico de las principales vías de la ciudad.
Con información de EFE