Los trabajadores de la mina chilena La Escondida, en huelga desde el pasado jueves en demanda de mejoras salariales y laborales, instaron al Gobierno a mediar en el conflicto, tras congelarse las negociaciones con la empresa, controlada por la australiana BHP Billiton.
En ese contexto, la huelga "seguirá indefinidamente, salvo que desde La Moneda (sede del Ejecutivo) se involucren debido a los efectos de la paralización en el precio del cobre, dijo en declaraciones a radio Cooperativa Patricio Tapia, presidente del sindicato de la minera.
Mina chilena se incendia tras huelga con 2500 trabajadores
"Si el Gobierno quiere hacer algo tendrá que acercar las partes; no puede ser que esté mirando desde el frente y no meterse en el partido" , sostuvo el líder de los 2.500 trabajadores que cumplen este sábado su tercer día de paralización.
El Gobierno "tiene que meterse al partido si estima que está perdiendo", subrayó Tapia, cuya organización demanda un aumento salarial del 7,0 % y un bono de 25 millones de pesos (unos 38.460 dólares) por trabajador, entre otros beneficios.
La empresa, que produce 100.000 toneladas mensuales de cobre, ofrece sólo un bono de ocho millones de pesos (unos 12.300 dólares), sin aumento salarial y recortes en algunos beneficios vigentes.
A juicio de Patricio Tapia, la empresa va a esperar que los trabajadores comiencen a descolgarse de la huelga y quebrar el movimiento con ofertas individuales.
"Yo creo que la opción de ellos es que nosotros desistamos, que nuestra gente desista y empiecen a hacer las propuesta individuales a nuestros asociados", afirmó.
"La empresa no se ha comunicado con nosotros y nosotros tampoco queremos hablar con ella hasta que se acerque", añadió el dirigente, para quien esto es como un matrimonio, en algún momento vamos a conversar".
"Todo lo que tenemos ha sido de conquista, la empresa nunca nos ha regalado nada, al contrario, siempre nos quiere quitar", sostuvo el presidente del sindicato, que ha instalado un campamento frente a la entrada de la mina, situada a 170 kilómetros de Antofagasta y a unos 1.500 de Santiago, a 3.100 metros sobre el nivel del mar.
"Estamos bien, (el problema) es la aclimatación no más, a la intemperie, en una carpa, que a veces no protege bien, pero ya los ‘viejos’ (compañeros) están trayendo más frazadas y estamos cubriéndonos más, tenemos que aclimatarnos no más", dijo respecto del campamento.
La australiana BHP Billiton tiene una participación del 57,5 % en la propiedad de La Escondida, entre cuyos accionistas minoritarios están la estadounidense Río Tinto y la japonesa Jeco Corporation.
EFE