Los Reyes se fueron a España a "corregir una anomalía histórica": Los 500 años de la fundación de la ciudad
El Político
Empezaron ayer su visita de Estado a Cuba, la primera de un Monarca español a la isla, siguiendo el programa del régimen comunista. La primera foto de Don Felipe y Doña Letizia, en la plaza de la Revolución, tenía como fondo dos grandes retratos de los revolucionarios Che Guevara y Camilo Cienfuegos. Le siguió la ofrenda floral al líder de la independencia cubana José Martí y, después, la foto y el encuentro con el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel.
Al final de la mañana, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, insinuó que en el encuentro que mantuvieron el Rey y el presidente de Cuba, que se celebró a puerta cerrada, se habló de Derechos Humanos, pero el ministro no quiso ampliar esta información —que es lo más relevante de esta visita de Estado— y emplazó a los medios de comunicación a una rueda de prensa que él mismo dará mañana en La Habana para dar a conocer el contenido de estas conversaciones y hacer balance de la visita.
Los Reyes han llegado a la isla caribeña en un momento crítico, cuando las nuevas sanciones de Washington aprietan la argolla que asfixia a la economía cubana y empiezan a traducirse en penurias cotidianas para la población, como la escasez crónica de combustible. España ya no se limita a expresar su tradicional condena del embargo estadounidense, sino que lo padece.
Empresas españolas, como la cadena hotelera Meliá, figuran entre la veintena de europeas (pero también canadienses y estadounidenses) demandadas en los tribunales de EE UU al amparo de la Ley Helms Burton, que la Administración Trump desbloqueó en mayo pasado tras más de dos décadas de sucesivas moratorias.
El Rey, se reunirá hoy miércoles con representantes de algunas de las 260 empresas españolas asentadas en la isla, se aloja en el hotel español Iberostar Grand Packard, al que EE UU ha incluido en su lista negra por tener como copropietario a un grupo empresarial del Ejército cubano.
Se habló «de todo»
Borrell hizo este comentario en una breve conversación informal con los periodistas tras el paseo que los Reyes dieron por La Habana Vieja. A preguntas de los informadores, respondió que en ese encuentro se había hablado de «todo». Preguntado sobre si ese «de todo» incluía los Derechos Humanos, respondió: «De todo».
El ministro insistió en defender el valor histórico de la visita de los Reyes a Cuba, que se produce 500 años después de que los españoles fundaran la ciudad La Habana. «Son 500 años de la fundación de la ciudad, España no podía faltar a esta cita histórica», afirmó.
Oxígeno a la dictadura
Según el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez, con esta visita de Estado se pretendía corregir «una anomalía histórica», ya que Cuba era el único país iberoamericano que los Reyes no habían visitado hasta ahora. Pero según otras voces críticas, con este viaje se está fortaleciendo y dando oxígeno a la dictadura cubana, cuyas autoridades han visto finalmente colmada su vieja aspiración de que los Reyes de España les visitaran en la isla.
Entre Cienfuegos y el Che
Durante la foto ante el Che y Cienfuegos, en la plaza de la Revolución, los Reyes mantuvieron el rostro muy serio. Estaban acompañados por la viceministra cubana, Anayalsi Rodríguez, y detrás de ellos se situaba la delegación española con el ministro de Asuntos Exteriores en funciones. Tras la interpretación de los himnos nacionales, Don Felipe y Doña Letizia hicieron una ofrenda floral ante el Memorial de José Martí, el poeta convertido en héroe de la Guerra de la Independencia de Cuba contra España.
Esta ofrenda es una cita obligada en todas las visitas de alto nivel que realizan los mandatarios extranjeros a la isla, el equivalente al homenaje a los Caídos por España que hacen los Jefes de Estado invitados a nuestro país en la Plaza de la Lealtad de Madrid. En algunos países, estas ofrendas obligan a tragarse sapos históricos, pero en esta visita la realidad se impone sobre el pasado.
Un mal momento para celebrar
Desde el Memorial los Reyes se fueron caminando al edificio del Consejo de Estado, donde fueron recibidos, a puerta cerrada, por el presidente de la República y su esposa, Lis Cuesta. Allí se produjo la foto más dolorosa para los defensores de los derechos humanos y de la libertad, la del Rey con Miguel Díaz-Canel, que en lugar de avanzar hacia la democracia, la apertura y la reconciliación, ha reforzado la persecución a la oposición política, según denuncian las organizaciones de derechos humanos. Lo cierto es que tres semanas después de que en España se exhumaran los restos de Franco, en Cuba los Reyes se vieron obligados a fotografiarse con un dictador vivo.
Tras el encuentro de ambos mandatarios, el Rey presidió la firma del acuerdo Marco de cooperación, por el que el Estado español entregará 57,5 millones de euros a Cuba entre 2019 y 2022, incluidas las aportaciones de las Comunidades autonómicas.
Disidentes cubanos en España rechazan el viaje que los reyes inician este lunes a Cuba porque, en su opinión, se produce en un contexto de represión política y con él se rompe el consenso institucional que existía respecto al rechazo del régimen político de la isla.
"La visita resulta inoportuna más que otra cosa porque se produce en un contexto de represión política en Cuba", declaró Alejandro González, director ejecutivo del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), una organización que agrupa a disidentes de ese país en España y que denuncia continuas detenciones arbitrarias en la isla caribeña.
González indicó que "sería muy bueno que tanto Europa, pero especialmente España, volviesen al consenso institucional" con respecto al rechazo al régimen cubano.
Consideró que el acuerdo entre la Unión Europa (UE) y Cuba, firmado en 2017 y que ponía fin a una política restrictiva de la UE hacia la isla, vinculada a la democratización, "ha abierto un espacio para el gobierno cubano que no se merece, porque realmente no ha dado pasos claros hacia el respeto a los derechos humanos y hacia la democratrización del país".
Diaz-Canel no pronunciará discurso alguno durante la estancia de los Reyes en la isla, durante este polémico viaje que ya tuvo un antecedente, también el príncipe Carlos de Inglaterrá pasó por allá hacce unos meses y se retrató frente a la cara del Che Guevara.
El País, el Heraldo, Telesur