La pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto que una vivienda es mucho más que un techo y que es necesario que todas las personas la tengan
Tener una vivienda adecuada siempre ha sido una cuestión fundamental en la vida de las personas. En el año 1985 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió proclamar el primer lunes de octubre como Día Mundial del Hábitat, con el objetivo de garantizar que el desarrollo de las ciudades se hiciera de forma sostenible y realmente garantizará a todos los ciudadanos su derecho de contar con una vivienda digna para el resguardo de sus familias.
El Político
También este día tiene la intención de recordar al mundo que todos tenemos el poder y la responsabilidad de moldear el futuro de nuestras ciudades y nuestros pueblos.
Vivienda para todos: Un mejor futuro urbano
La vivienda es un derecho humano y también ha sido fundamental en la batalla contra la propagación del Covid-19, donde un domicilio puede ser una cuestión de vida o muerte. La pandemia está exacerbando una crisis mundial de vivienda preexistente, porque sin ella es imposible llevar a cabo el distanciamiento social y las buenas prácticas de higiene.
Según la ONU, alrededor de 1.800 millones de personas, o más del 20% de la población mundial, carecen de una vivienda adecuada. Hay mil millones que viven en asentamientos informales y más de 100 millones de no tienen hogar. Para 2030, el número de personas con viviendas inadecuadas podría aumentar a 3 mil millones.
Las personas que viven en viviendas inadecuadas, en barrios marginales y asentamientos informales son las más afectadas durante la crisis del Covid-19. Además, el estresante entorno de confinamiento en viviendas pequeñas y hacinadas y la disminución del acceso a los servicios aumentan el riesgo de violencia para mujeres y niños.
Covid-19 ha puesto de relieve la paradoja de la vivienda: en un momento en que las personas necesitan refugio con urgencia, millones de apartamentos y casas están vacías.
Del campo a la ciudad
El gran detonante que motivó la creación de este día fue que desde la década de los años 80 del siglo pasado a esta parte se ha visto como cada vez más personas que viven en zonas rurales abandonan sus hogares y se trasladan a las ciudades, con el anhelo de conseguir un mejor estilo de vida.
Se estima que para dentro de diez años, el 60% de toda la población mundial haya abandonado los campos, asentándose en las periferias de las ciudades y sin una buena planificación, esta migración solo podrá traer zonas deprimidas, pobreza, delincuencia, desempleo, contaminación y enfermedades.
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