Las cosas no marchan bien para el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en su contienda por la nominación presidencial del Partido Republicano. Si bien comenzó cabeza con cabeza con el expresidente Donald Trump, este luego le sacó una ventaja inmensa (de más de 30 puntos en algunas encuestas) que se mantiene hoy.
El Político
No sorprende entonces que los donantes del Partido Republicano que quieran una alternativa a Trump hayan empezado a considerar otras opciones. Una de ellas al parecer es el senador por Carolina del Sur, Tim Scott.
Según reporta Politico, el empresario multimillonario Ronald Lauder, que apoyó a Trump en 2020, voló recientemente a Carolina del Sur para reunirse con Scott. Durante su discusión de casi una hora en un restaurante en Daniel Island, en las afueras de Charleston, Lauder y Scott discutieron lo que el senador ve como su camino hacia la victoria. Los dos han hablado desde su reunión inicial, incluso en los últimos días, según una persona familiarizada con la conversación.
No está solo. “Muchos de los donantes que he conocido tienen curiosidad y quieren conocer a Tim y ver de qué se trata”, dijo Andy Sabin, un magnate del metal y colaborador republicano. “Él es el único candidato que tiene algo de personalidad y carisma. Su entrega es excelente”.
Sin embargo, según las últimas encuestas, Scott, quien de triunfar en las primarias sería el primer candidato presidencial republicano afroamericano, no lo tiene fácil. Por ejemplo, en un sondeo de la firma You Gov y The Economist, estaría en el quinto lugar en intención de voto, con 3%. DeSantis, en un distante segundo lugar, cuenta con 22%. Ni hablar de Trump, a la cabeza con 48%.
Lo primero que tendría que hacer Scott para que su campaña cobre impulso es consolidarse como la mejor alternativa a Trump. Incluso así, tendría que remontar la ventaja inmensa del exmandatario.
Un objetivo difícil, pues aunque Scott ha asimilado buena parte de la ortodoxia del Partido Republicano, no tiene el estilo retórico populista y agresivo que ha catapultado a Trump y DeSantis. Al final, ese carácter tradicional que atrae a la clase donante choca con las expectativas de una base conservadora que busca a un líder luchador.
Irónicamente, Trump se ha abstenido de atacar a Scott, aunque sea su rival, como sí ha hecho con el gobernador de Florida. Es más, cuando el senador anunció su candidatura presidencial en mayo, Trump le dio la bienvenida y señaló que es "un gran paso" con respecto a DeSantis.