Los presidentes de Uruguay Tabaré Vázquez y de Argentina, Mauricio Macri, tienen muy buena sintonía, se ocupan a cada momento de destacarlo pero, aún así, ayer en Buenos Aires no pudieron evitar mostrar que tienen matices respecto a la crisis de Venezuela y con respecto a la forma en que debe procesarse el acercamiento con China.
Vázquez y Macri estuvieron largo rato a solas ayer en la quinta de Olivos antes y después de compartir con varios de sus respectivos ministros asado, matambre, chorizos y lomo. Ambos sin corbata comparecieron 21 minutos frente a la prensa en la sala de conferencia de Olivos e intercambiaron elogios, pero también marcaron matices, sutiles, pero matices al fin.
Macri, cuando se le preguntó respecto a su posicionamiento en relación a Venezuela, un país donde el gobierno dejó sin efecto la posibilidad de un referendo revocatorio del mandato del presidente Nicolás Maduro, fue enfático al decir que en el país caribeño "todas las condiciones están dadas para ejercer la cláusula democrática de la OEA", Vázquez admitió su preocupación, pero se limitó a decir que "el Mercosur se tiene que volver a reunir para discutir el tema" con seriedad.
De todas formas, Vázquez dijo que "tanto valor tiene la democracia directa como la indirecta", en lo que pareció un reconocimiento de que el referendo debió haberse llevado adelante. De hecho, Uruguay se había abstenido de acompañar las más recientes condenas al gobierno de Maduro, con el argumento de que lo importante era que el referendo se realizase. Esa posibilidad ahora se diluyó.
Macri fue directo y dijo que "Venezuela en estos términos no puede ser parte del Mercosur" y "tiene que recibir la condena de la región (…) En Venezuela no se respetan los derechos humanos (…) estamos muy preocupados".
El presidente argentino, con palabras muy cuidadosas, ya había dejado claro la semana pasada que le hubiese gustado más contundencia de Uruguay contra el gobierno venezolano, en referencia a que la administración Vázquez defendió hasta último momento que al gobierno de Maduro le correspondía la presidencia temporal del bloque. Pero Uruguay sigue evitando por ahora un pronunciamiento tajante y pareciera que en este tema podría volver a quedar aislado. Ya antes de la comparencia de los presidentes, el embajador uruguayo Héctor Lescano, había adelantado informalmente que la postura uruguaya era que la situación venezolana ameritaba preocupación, pero no medidas adicionales.
Ambigüedad a TLC
Tampoco hubo forma de que Macri se pronunciara contundentemente sobre el anhelo uruguayo de firmar un tratado de libre comercio con China. Macri dijo entender que el país asiático es una gran oportunidad para Uruguay porque este produce diez veces más alimentos de los que necesita y prometió una "actitud abierta", pero no se movió un milímetro de lo que había adelantado la semana pasada e insistió en que lo ideal es que el Mercosur negocie como bloque con China, como ya lo está haciendo con Unión Europea.
Entonces Vázquez se aferró a las palabras de Macri, agradeció "su actitud profundamente generosa" y destacó que si bien comparte "plenamente" que lo mejor es una negociación en bloque recordó que China ofreció al Mercosur un acuerdo hace seis años y nunca se le respondió. "Sería muy bueno que se plantee este tema en la próxima reunión del Mercosur. Mientras tanto, Uruguay va a explorar la posibilidad de un acuerdo con China", deslizó el presidente.
Luego de la reunión, en una rueda informal, el embajador argentino en Uruguay, Guillermo Montenegro, dijo que el tema podría incluso ser conversado antes de la próxima reunión de presidentes del Mercosur. Esa reunión debería realizarse en diciembre, aunque la actual situación anómala del bloque que tiene una conducción colegiada transitoria, no permite asegurar que vaya a tener lugar. Vázquez informó que Uruguay ya comunicó "los términos de referencia" con los que pretende cerrar un acuerdo con China y prometió que Uruguay mantendrá informado permanentemente al Mercosur.
Con información de El País