El inmigrante de la era soviética que vino a Estados Unidos de niño y es hoy un militar lleno de condecoraciones y asesor de la Casa Blanca, dice que consideró su “deber sagrado” de abrir la boca.
El Político
Ahora, el teniente coronel Alexander Vindman, con 20 años de servicio en el Ejército y asignado al Consejo de Seguridad Nacional (CSN), está en el centro del proceso que puede terminar con un juicio político al presidente Donald Trump.
Vindman declaró el martes que dos veces expresó preocupación porque Trump y su embajador ante la Unión Europea Gordon Sondland presionaron a los líderes ucranianos para que investigasen a Joe Biden y a su hijo Hunter Biden.
“He venido en mi condición de teniente coronel del Ejército estadounidense, de inmigrante”, dijo Vindman, director de asuntos europeos del CSN, a los investigadores de la Cámara de Representantes en una declaración escrita. “Respeto mucho los valores y los ideales estadounidenses y el poder de la libertad. Soy un patriota y es mi deber sagrado y un honor defender nuestro país, sin importar el partido ni la política”.
Vindman era especialista en Ucrania y Rusia en la Casa Blanca. Su historia personal –es un inmigrante judío que huyó de la Unión Soviética con su familia para llegar a ser un militar condecorado en Estados Unidos y asesor de la Casa Blanca– es digna de una película.
“Viene de una familia inmigrante trabajadora y todo lo que consiguió lo hizo por sus propios méritos”, expresó el brigadier general retirado Peter Zwack, el principal funcionario del Departamento de Defensa de la misión diplomática estadounidense en Moscú cuando Vindman sirvió allí. “Es inteligente. Tenía el valor de sus convicciones y me decía lo que pensaba. Creo que eso es lo que se está viendo un poco ahora”.
Estudió en la Universidad Estatal de Nueva York de Binghamton y luego sacó una maestría en ruso, Europa oriental y el centro de Asia en la Universidad de Harvard.
En el Ejército fue oficial de infantería, destacado en Corea del Sur, Alemania e Irak. En octubre del 2004 fue herido al estallar una bomba en una carretera de Irak y recibió el Corazón Púrpura, condecoración reservada para los muertos o heridos al servicio de su país, según el Departamento de Defensa. Vindman se presentó a declarar luciendo su Corazón Púrpura.
Desde el 2008 trabajó para el servicio exterior especializado en Eurasia y tuvo estadías en Kiev y en Moscú. También trabajó para el Estado Mayor Conjunto como especialista político-militar en Rusia. Llegó a la Casa Blanca de Trump en julio del 2018, para servir en el CNS.
Vindman dijo a los investigadores de la cámara baja que expresó su inquietud luego de escuchar junto con otros asesores la conversación de Trump con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy del 25 de julio y llegar a la conclusión de que era inapropiado “exigir que otro gobierno investigase a un ciudadano estadounidense”.
“Me preocuparon las implicaciones del apoyo del gobierno de Estados Unidos a Ucrania”, manifestó.
Fuente: Primerahora