El clima de animadversión que se ha vivido esta mañana en el Congreso entre PSOE y Podemos, dos grupos de similar presencia (85 y 71 diputados), augura una convivencia complicada en esta legislatura que acaba de comenzar.
No había más que ver los enfrentamientos de escaño a escaño entre algunos diputados, como José Zaragoza (PSC) y Manuel Monereo, a propósito de la fórmula exótica de juramento empleada por los parlamentarios de Unidos Podemos, para darse cuenta de que el supuesto «gobierno de izquierda» que ofrece Podemos es poco menos que imposible a día de hoy.
Cuando le tocó al diputado Monereo, Zaragoza le recordó la «pinza» de IU y el PP en 1996, instándole a incluirlo en su juramento. «Acuérdate de Anguita y de Aznar», le instó, a lo que Monereo le contestó: «Tenéis condenados por terrorismo de Estado». A partir de ahí, Zaragoza continuó metiéndose con podemos cuando algunos de sus diputados prometían la Constitución.
Y es que ni siquiera el anuncio de Pablo Iglesias, de que la coalición votaría a Patxi López para la presidencia del Congreso en segunda votación lograría calmar los ánimos. Ya venían caldeados con declaraciones como las del secretario de Organización, César Luena, que antes de la votación, censuraba el «trilerismo» y las «mentiras» de Podemos, cuyo único objetivo al postular a Xavier Domenech para la Presidencia del Congreso habría sido debilitar la candidatura de López.
Por su parte, Iglesias denunciaba la debilidad de los socialistas y su intento de relegarles a toda costa. «No ha sido posible. El PSOE no ha aceptado nuestro acuerdo de reciprocidad. A pesar de ello, nosotros hemos actuado con responsabilidad».
Al acabar la sesión, sin embargo, el líder de Podemos intentó desviar la atención sobre el PP y los nacionalistas. Reconoció que la posibilidad de que se constituya una alternativa de gobierno progresista a la impulsada por Rajoy, ha quedado, a su juicio, «severamente comprometida». «No puedo decir que sea optimista después de lo que hemos visto hoy», confesó.
Sin embargo, Iglesias recalcó que si el PSOE estuviera dispuesto a intentarlo, desde Unidos Podemos siguen con la mano tendida, aunque no les ve «muy por la labor». En todo caso, deberían ser los socialistas los que tomen la iniciativa, añadió en alusión a que Pedro Sánchez sigue sin descartar que se postule en caso de que Rajoy fracase.
El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, se mostró algo más optimista. «Podría articularse una mayoría del resto de partidos, pero lo de hoy lo hace más difícil», reconoció. «Siguen las puertas abiertas», advirtió, para que, en el caso de que el PSOE mostrara disposición de intentar encabezar un gobierno progresista, Unidos Podemos está dispuesto a volver a tomar la iniciativa para sentar a la mesa a todas las partes y facilitar un acuerdo. Lo que pasa es que ve al PSOE resignado y diciendo ya que «va a gobernar el PP», aunque no se sepa todavía cómo.
Los socialistas, por su parte, no se quedaron callados. María González Veracruz dijo: «Pablo Iglesias hace las cosas a su manera: mal y tarde. Tenemos una Presidencia del Partido Popular porque una vez más, se va por la tangente, imponiendo a su candidato catalán, que ni siquiera tenía el apoyo de los catalanes».
Con información de ABC