El presidente brasileño, Michel Temer, defendió hoy en Oslo la agenda de reformas de su Gobierno para favorecer la inversión extranjera, en un encuentro con empresarios en el inicio de su visita a Noruega.
Temer, que había llegado horas antes al país nórdico procedente de Rusia, y el ministro de Exteriores noruego, Børge Brende, abrieron un seminario en la sede de la Asociación de Armadores Noruegos, con asistencia de empresarios de ambos países.
"Estamos llevando a cabo una agenda de reformas que hacía muchos años que no se veía en Brasil", aseguró Temer en su intervención, también transmitida por la web de presidencia del país sudamericano.
El mandatario brasileño mencionó la enmienda constitucional para poner techo al gasto público y la mejora del ambiente empresarial como dos de los logros de su Ejecutivo, así como la actualización de la legislación laboral, rechazada por los sindicatos y que aún debe ser aprobada por el Senado.
El Gobierno brasileño ha renovado el marco regulador en las áreas de petróleo y gas, uno de los intereses principales para Noruega (octavo inversor extranjero en Brasil), de ahí que Temer animara a las empresas nórdicas a participar en próximas licitaciones.
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En su agenda en Oslo tendrá un papel relevante la política ambiental, ya que Noruega es el principal aportador al fondo que Brasil tiene para financiar proyectos de protección de la Amazonía.
El ministro de Clima noruego, Vidar Helgesen, envió recientemente una carta a las autoridades brasileñas pidiendo un cambio en la política medioambiental para mantener la financiación escandinava.
La gira a Rusia y Noruega ha permitido a Temer tomar un respiro en medio de las acusaciones de corrupción en su país y varias investigaciones en marcha.
Desde el inicio de la crisis política, el presidente ha perdido el apoyo de varios partidos minoritarios en el Congreso y tanto la oposición como algunos sectores oficialistas han exigido su renuncia y obstaculizado el trámite de importantes reformas económicas.
Temer, entonces vicepresidente, asumió el poder en agosto de 2016 cuando Dilma Rousseff fue destituida de la presidencia por el Senado por presuntas irregularidades fiscales en los presupuestos, una polémica decisión que le ha valido acusaciones de "golpista" por parte de la actual oposición.
Fuente: EFE
