El presidente brasileño, Michel Temer, expresó hoy su deseo de que el juicio por supuestas irregularidades en la campaña electoral de 2014 que le puede costar el cargo acabe "cuanto antes", pues se probará que "no hay nada" que lo comprometa.
"No hay absolutamente nada en mi contra, por lo que lo mejor es que acabe cuanto antes", declaró el mandatario en una entrevista con la Radio Bandeirantes.
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El proceso al que se refirió el gobernante investiga supuestas irregularidades en la campaña electoral que hace tres años llevó a la reelección de la mandataria Dilma Rousseff, destituida en agosto pasado por violaciones de las leyes de presupuestos, y del propio Temer, en ese momento como vicepresidente.
El juicio tramita en el Tribunal Superior Electoral, que esta misma semana decidió prorrogar el proceso a pedido de la defensa de Rousseff, que solicitó que sean escuchados nuevos testigos y un plazo mayor para presentar sus alegatos finales.
La demanda se refiere a supuestas "donaciones" irregulares para la campaña de Rousseff y Temer en 2014, las cuales se sospecha que tuvieron como origen la vasta red de corrupción que operó en la petrolera estatal Petrobras.
La defensa de Temer ha pedido que sus cuentas y las de Rousseff en esa campaña sean juzgadas en forma separada, pues sostiene que el actual mandatario se encargó de su propia recaudación y que en ella no hubo nada ilegal.
"El problema es la recaudación. Si fue lícita o ilícita. Y en ese punto fueron cuentas separadas", indicó hoy Temer, quien insistió en que al menos en su caso "todo" fue hecho dentro del marco legal.
En medios políticos, se interpretó que la suspensión temporal del proceso pudiera ayudar a que Temer concluya el mandato que vence el 1 de enero de 2019, pues la decisión del tribunal electoral y sus recursos puede llevar a que el trámite se postergue durante más de un año.
Sin embargo, el mandatario negó que quiera "ganar tiempo" y dijo que "a veces parece que se quiere retardar" el juicio, aunque aclaró que su deseo es que "acabe cuanto antes", pues así se "eliminará una pauta negativa" de la política brasileña.
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En caso de una sentencia condenatoria, el proceso contempla la posibilidad de numerosas apelaciones ante la propia corte electoral primero y frente el Supremo después, y establece que mientras estén en curso Temer permanecería en el poder.
Sólo en el caso que no prosperen las apelaciones y se llegue a una sentencia firme, Temer sería despojado de su cargo y el Congreso debería realizar una elección indirecta para escoger a quien concluiría el actual período presidencial.
EFE