El Gobierno de Estados Unidos podría estar trabajando en un programa piloto para entregar tarjetas de identificación a inmigrantes ilegales, antes de que estos salgan de los centro de detención temporal.
El Político
Cuando un indocumentado llega a la Unión Americana y se entrega a las autoridades, es arrestado y trasladado hasta una cárcel. El inmigrante permanece en el recinto hasta el momento en el que ha sido debidamente procesado y registrado.
Luego de ser excarcelado – y dependiendo del marco legal del estado en el que se encuentre – el irregular tiene la oportunidad de optar por una licencia de conducir o cualquier otro documento que le permita identificarse ante una autoridad.
Tal realidad podría, sin embargo, cambiar. Fuentes vinculadas al Ejecutivo de Estados Unidos compartieron con la cadena de noticias FOX News una serie de fotografías que sugieren que la administración Biden elabora tarjetas de identificación para indocumentados.
De acuerdo con el material filtrado al medio, los carnets tendrían espacio para el nombre y el apellido del inmigrante. De igual forma incluirán la edad de la persona, una fotografía y un código QR.
Según los informantes, los documentos estarían siendo elaborados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), la cartera creada en 2001 para desarrollar y gestionar políticas de seguridad dentro de Estados Unidos.
En una entrevista para el portal Breitbart.com, John Fabbricatore, otrora funcionario del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), explicó que el objetivo final de las tarjetas es “limitar al máximo el contacto cara a cara de los extranjeros ilegales con los agentes del DHS”.
Por su parte, Lora Ries, directora del Centro de Inmigración y Seguridad Fronteriza de la Fundación Heritage, consideró que el Legislativo de la Unión Americana debería actuar para contener la iniciativa.
“El Congreso necesita evitar que la administración Biden convierta a ICE en otra agencia de servicios sociales para extranjeros ilegales y volver a hacer de ella una agencia de aplicación de la ley”, apuntó Ries.
Se estima que, gracias a su política migratoria, el Ejecutivo estadounidense favorece la captura y posterior liberación rápida de unos 60.000 indocumentados cada mes.