El mulá Baradar Akhund, jefe de la oficina política de los insurgentes en Catar, declaró el fin de la guerra de Afganistán con la victoria de los talibanes, un logro inesperado por su rapidez y que se completó ayer con la huida del presidente, Ashraf Ghani, y la toma de Kabul.
El Político
"Hemos alcanzado una victoria que no se esperaba (…) debemos mostrar humildad ante Alá", dijo en un mensaje en vídeo el ex número dos del movimiento insurgente en la primera declaración pública de un líder talibán tras la conquista del país.
En el primer día en Afganistán bajo control talibán desde la invasión estadounidense en 2001, Baradar se refirió a este como "el momento de la prueba", cuando deben estar a la altura de las expectativas de la gente y servirles resolviendo sus problemas, reportó DW.
Talibanes con el control de Kabul
"Ahora se trata de cómo servimos y protegemos a nuestra gente, y de cómo aseguramos su futuro, para ofrecer una buena vida lo mejor que podamos", añadió.
Los talibanes tomaron el domingo el control de Kabul después de que sus combatientes entraran en la capital sin encontrar resistencia, y con casi todas las provincias bajo su control.
Después de ordenar inicialmente a los combatientes que no ingresaran a la capital un portavoz talibán confirmó; que los insurgentes islamistas habían ingresado a varios distritos de Kabul para "garantizar la seguridad".
Talibanes tomaron control del palacio presidencial
Altos cargos talibanes confirmaron que sus combatientes habían tomado el control del palacio presidencial y estaban celebrando una reunión sobre seguridad en la capital. Los combatientes dentro del palacio dijeron que habían salido "victoriosos", en imágenes transmitidas por Al-Jazeera.
El hasta ahora presidente del país, Ashraf Ghani, huyó el domingo ante el cerco talibán, admitiendo así la derrota.
"Los talibanes ganaron con el juicio de sus espadas y armas, y ahora son responsables del honor; propiedades y pervivencia de sus compatriotas", apuntó Ghani en un mensaje en Facebook, el primero tras su huida. "Ahora se enfrentan a una nueva prueba histórica: o preservarán el nombre y el honor de Afganistán; o darán prioridad a otros lugares y redes", agregó. Y añadió que se fue para evitar un "baño de sangre".