Los chinos siguen impertérritos en su envío de grupos de aviones y buques de guerra, alrededor del estrecho de Taiwán, por lo que este país criticó a su «peligroso vecino» por sus maniobras bélicas, condenadas también por Estados Unidos y otros aliados occidentales.
El Político
«Este ejercicio militar chino, sea por el lanzamiento de misiles balísticos o el cruce de la línea media del estrecho, es un acto altamente provocador», agregó.
Según la prensa estatal de Pekín, misiles balísticos chinos sobrevolaron Taiwán como parte de los grandes ejercicios militares realizados en respuesta a la visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Taiwán pide a sus aliados que ayuden a rebajar la tensión
El primer ministro taiwanés, Su Tseng-chang, pidió a sus aliados presionar para rebajar la tensión de la situación. «No esperábamos que nuestro peligroso vecino mostrara su poderío en nuestras puertas y arbitrariamente pusiera en peligro las rutas marítimas más transitadas del mundo con sus ejercicios militares», dijo Su a periodistas.
Japón pidió un «cese inmediato» de las maniobras chinas, tras indicar que cinco misiles cayeron presuntamente en su zona económica exclusiva (ZEE) y que cuatro de ellos pudieron haber «sobrevolado la isla de Taiwán».
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, condenó los disparos de misiles y los calificó como un «problema serio que impacta nuestra seguridad nacional y la seguridad de nuestros ciudadanos».
Las maniobras militares chinas, las mayores de las últimas décadas, se prevén hasta el domingo.
Maniobras militares chinas
Estos ejercicios se llevan a cabo en algunas de las rutas marítimas más utilizadas del planeta, por las cuales transita material electrónico esencial procedentes de las fábricas del sudeste asiático con destino a los mercados mundiales.
La Oficina Marítima y Portuaria de Taiwán lanzó avisos para los navíos que circulan por esta zona y varias compañías aéreas internacionales señalaron a la AFP que desviarían sus vuelos para evitar el espacio aéreo de la isla.
«El cierre de estas vías de transporte –aunque sea temporalmente– tiene consecuencias no sólo para Taiwán, sino para los flujos comerciales vinculados con Japón y Corea del Sur», afirma Nick Marro, analista principal de comercio mundial del Economist Intelligence Unit.
La hipótesis de una invasión de Taiwán, con 23 millones de habitantes, es poco probable. Pero, desde la elección en 2016 de la actual presidenta, Tsai Ing-wen, han aumentado las amenazas para llevarla a cabo.
Tsai, que pertenece a un partido independentista a diferencia del gobierno anterior, se niega a reconocer que la isla y la parte continental forman parte de «una misma China».