Si alguien impidiera votar en las elecciones presidenciales de 2020 a nueve millones de estadounidenses residentes entre Nueva York, Boston o Miami sería un escándalo.
El Político
Sin embargo, este es exactamente el número de nacidos en EEUU que vive fuera de su país, muchos de los cuales no pueden ejercer su derecho al voto.
La administración pública y los partidos políticos trabajan por cambiar esta realidad, empezando por las elecciones primarias, que llegan a su punto de inflexión el próximo martes; el supermartes.
En la carrera más concurrida en la historia para la nominación del Partido Demócrata, los resultados están tan reñidos que los expatriados podrían marcar la diferencia.
El 3 de marzo será un día decisivo para la elección del rival de Donald Trump en las elecciones presidenciales del mes de noviembre. Quince estados votarán en un solo día, incluidos los más poblados: California y Texas. También lo harán los expatriados, el llamado "Estado número 51″ de Estados Unidos.
El funcionamiento de las primarias en EEUU sigue el sistema de delegados: cada Estado tiene asignado un número determinado de ellos según su población y cada candidato se gana el apoyo de cierto número de delegados en función del porcentaje de votos que obtenga (siempre que supere el 15%).
Así, los designados son los que votan directamente al candidato que les ha sido asignado representar en la Convención Demócrata del mes de julio, donde el partido elige a su nominado a la Casa Blanca.
Más de 1.300 delegados –cerca de un tercio del total disponible– estarán en juego el supermartes. Un candidato debe ganar al menos 1.990 delegados, la mitad más uno del total de 3.979 delegados.
Las dificultades de votar en el extranjero
Basta con haber cumplido los 18 años para tener derecho a voto, pero para ejercer ese derecho hay que registrarse de forma específica. Diferente al censo o al padrón, es un listado que no tiene equivalente en España. Se puede hacer online, pero la mera existencia de un paso extra desanima a muchos. Embajadas y consulados de EEUU registran en este período a los votantes, que pueden hacerlo hasta el mismo supermartes, el 3 de marzo, aunque cuentan con limitaciones para hacerlo.
El cuerpo diplomático es el que registra a los votantes, pero no puede realizar campañas activas para animar a los ciudadanos a hacerlo. Lo único que pueden hacer son eventos divulgativos, como talleres de votación, y publicar información online para que el que la busque, la encuentre.
Es del Departamento de Defensa de quien depende el Programa Federal de Asistencia al Votante (FVAP, por sus siglas en inglés) establecido en los años 80 "para asegurar que los miembros de las fuerzas armadas de los Estados Unidos y sus familiares conozcan su derecho al voto y tengan las herramientas para hacerlo desde su país de residencia". Una herramienta que, no obstante, se queda corta para el ciudadano de a pie, que ha de navegar por una burocracia compleja y distinta para cada estado.
Para llenar este vacío, el Comité Nacional Demócrata, órgano de gobierno del Partido Demócrata, cuenta con su brazo en el extranjero: Democrats Abroad. No existe equivalente del Partido Republicano fuera de las fronteras y, paradójicamente, es esta falta de un homólogo lo que impide a la Administración estadounidense prestarles apoyo, ya que todas sus acciones deben ser "no-partidistas".
Fuente: Publico