Con el auge de las empresas aeroespaciales, los actores de la geopolítica global ahora son magnates privados tecnológicos.
Gustavo Márquez / El Político
Un ejemplo de este nuevo posicionamiento de actores privados en la geopolítica internacional es el caso de Starlink, empresa de comunicación digital satelital, perteneciente al multimillonario Elon Musk, quien con su empresa de satélites está teniendo un poder geopolítico sin precedentes. Sobre todo por aquello de que "la comunicación es poder".
Pero no solo hay empresas que están entrando en terrenos tecnológicos que antes eran un área casi exclusiva de los gobiernos. Sino que estas empresas superan con creses las capacidades de los gobiernos en materia tecnológica, Lo que las coloca en una posición ventajosa en el contexto de la geopolítica global.
En este sentido, Kaitlyn Johnson, experta en políticas espaciales del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales – CSIS, ha dicho que: "ya no son solo los estados en el espacio los que toman decisiones en materia geopolítica global".
No todo es geopolítica, @elonmusk ya está en las oficinas de @Twitter.
Las RRSS como elemento del poder. https://t.co/jN1YMG2eUi
— El Triplano Podcast (@triplanopodcast) October 26, 2022
Lo que se dice: alguien que pague la factura, por favor
Un ejemplo de esta situación lo tenemos muy reciente, cuando Elon Musk publicó en Twitter que el Pentágono debía hacerse cargo de la factura por servicio de Internet que suministraba a Ucrania., por vía de su empresa satelital Starlink.
La reacción a nivel de opinión pública no se hizo esperar. Musk fue ampliamente criticado por asomar la posibilidad de que Ucrania dejaría de contar con el servicio de conexión a Internet de Starlink, debido a que el Ejército ucraniano depende de ese sistema de comunicación para sus avances en el terreno de la guerra no provocada, que inició la Federación Rusa, al invadir Ucrania. Al punto de que el propio Musk tuvo que retractarse, al anunciar que su compañía seguiría asumiendo los costos del servicio de Internet en Ucrania.
Pero no solo esos comentarios generaron críticas a nivel de opinión pública. Pues Elon Musk se ha referido a cómo desescalar los conflictos entre la Federación Rusa y Ucrania por una parte, y China y Taiwán por la otra. Sentencias que le valieron repudio internacional y fuertes críticas por parte de la administración del presidente Joe Biden.
Un agente del caos llamado @elonmusk: sugirió plan que indignó a ucranianos, expuso a iraníes a engaños virtuales y sugirió entregar Taiwán a China. https://t.co/o7CXgkoiY6
— REFORMA (@Reforma) October 26, 2022
Detalle: un apoyo que superó todas las expectativas
Estos son ejemplos de la influencia que está teniendo el multimillonario tecnológico en la geopolítica global. Pues la activación de un sistema satelital de comunicación por Internet en Ucrania no fue una idea de gobierno alguno, sino del sector privado, como consecuencia de que la Federación Rusa cortó el acceso a Internet en Ucrania. Una decisión política asumida por un empresario independiente, y no por un gobierno.
Paradójicamente, EEUU ha mantenido por años una política de apoyo al sector tecnológico privado, sobre todo empresas aeroespaciales. Y ahora, estas empresas superan al gobierno mismo en sus posibilidades y capacidades.
Y en el caso de Elon Musk, EEUU cada vez depende más de este multimillonario empresario tecnológico, y de su industria aeroespacial SpaceX, para mantener activo el programa espacial con la Estación Espacial Internacional – EEI, así como para la colocación de satélites en órbita. Estamos hablando de satélites de comunicaciones militares y de manejo de Inteligencia. Dos áreas estratégicas ahora soportadas en un actor privado.
Entre Starlink, Twitter y SpaceX, ¿hay una geopolítica de Elon Musk?@AsmaMhalla analiza la doctrina Musk identificando tres ejes fundamentales: trolling, tecnología total, tecnopolítica.
Lectura esencial. https://t.co/tSMyhdfErV
— El Grand Continent (@elGC___) October 19, 2022
Entre líneas: pisando en territorios muy delicados
Otro caso que involucra la geopolítica global es el servicio de Starlink en Irán. Un caso curioso, pues el propio régimen iraní no autoriza el servicio de manera velada, aunque invita a que de ser utilizado, se haga con seguridad. Estamos hablando de satélites comerciales ahora con uso militar. Una realidad que está cambiando el mapa geopolítico global, al margen de preferencias ideológicas.
Pero hay un detalle que no deja de preocupar en este cambio que experimenta la geopolítica global, pues así como los satélites comerciales también poseen uso militar, las naves espaciales podrían ser en un futuro un blanco de ataque, un objetivo militar en el espacio exterior, para alguna nación extranjera. Al punto de que Elon Musk ha comentado que sus naves espaciales ya han sido blanco de ataques cibernéticos.
En una reciente reunión de grupos de trabajo en la Organización de las Naciones Unidas – ONU, un representante de la Federación Rusa comentó que los satélites comerciales podrían ser un "objetivo legítimo de represalias".
Elon Musk entra a la geopolítica antes de la planeada adquisición de Twitterhttps://t.co/oOtIbsBggL pic.twitter.com/exGSOqwSie
— El Mercurio Invers. (@EM_Inversiones) October 24, 2022
En conclusión
En este sentido, Gregory Allen, miembro principal de Tecnologías Estratégicas. Programa en CSIS, ha comentado que: "si Elon Musk proporciona Starlink por su cuenta y no se lo reembolsa el Pentágono, ¿qué significaría para la Federación Rusa atacar esos activos? Pero si lo paga el Pentágono, ¿atacar los satélites es equivalente a atacar a Estados Unidos?
Aquí se está ante una nueva manera de concebir la guerra fría. Pues el nuevo mapa de la geopolítica global ahora va más allá de los límites de nuestro propio planeta. Y ahora no solo se trata de intereses gubernamentales.
Ahora los capitales privados entraron en el juego de reescribir la historia de la geopolítica global, con todas las consecuencias que eso implica.