Alrededor de 975.000 personas recibían en Alemania a finales de 2015 prestaciones públicas como solicitantes de asilo, un 169% más que un año antes, lo que implicó un gasto de casi 5.300 millones de euros, un 120 % más, según las cifras hechas públicas hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
La cifra, precisó este organismo en un comunicado, incluye a las personas que han presentado una solicitud, las que han conseguido un permiso de residencia al no poder ser expulsados o los que están a la espera de deportación, pero no comprende a quienes ya han sido reconocidos como refugiados o asilados por las autoridades y reciben otro tipo de ayudas.
El número de solicitantes de asilo con derecho a prestaciones está en aumento desde 2010.
Según las cifras de Detatis, el 63 % de quienes recibían ayudas a finales de 2015 eran originarios de Asia, encabezando la lista los sirios (308.021) y los afganos (114.543); el 21,7 % de Europa, fundamentalmente de los Balcanes; y el 12,9 % de África.
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Las denominadas "prestaciones básicas" cubren las necesidades de alimentación, alojamiento, calefacción, vestido y un complemento mensual para gastos personales; 340.000 personas percibieron también prestaciones especiales, por ejemplo por enfermedad, embarazo o parto.
Con respecto al año anterior, el gasto estatal para todas estas prestaciones aumentó en torno a un 120 % hasta casi 5.300 millones de euros, cifra que en 2010 se sitúa en 850 millones, recordó Destatis.
Según los datos que maneja el Ministerio alemán de Interior, en 2015 entraron en el país cerca de 1,1 millones de solicitantes de asilo y en el primer semestre de este año se ha recibido ya a 220.000.
El reto que supone su acogida e integración se ha situado en el eje del debate político nacional y ha impulsado las expectativas electorales del partido populista de derechas Alternativa para Alemania (AfD).
Con información de EFE