El Partido Socialista (PS) del primer ministro Edi Rama ganó las elecciones legislativas albanesas, según un sondeo a pie de urna publicado por el instituto demoscópico italiano IPR Marketing, según el cual podría estar cerca de la mayoría absoluta.
Según dicho sondeo el PS habría obtenido entre el 45 y el 49 % de los votos, mientras que el principal partido de la oposición, el conservador Partido Democrático (PD), habría conseguido entre un 30 y un 34 % de los sufragios.
Por su parte el Movimiento Socialista para la Integración (LSI) habría alcanzado entre el 11 y el 15 % de los votos.
Un representante de IPR Marketing, Antonio Noto, estimó que el PS habría alcanzado más de 71 de los 140 escaños parlamentarios, aunque debido al sistema proporcional regional electoral es difícil calcular los diputados.
Según estas encuestas el PS superaría los 71 diputados, el PD se haría con 42 y en tercera posición quedaría el LSI, con 19 escaños.
No obstante, para confirmar esta victoria habrá que esperar a los primeros resultados oficiales, que saldrán a partir del lunes.
El líder de los conservadores declaró que ser "muy optimista por nuestro resultado positivo y por la victoria" y apeló a los que recuentan los votos para que respeten la ley y se "garantice" la voluntad del pueblo.
Eduard Kukan, europarlamentario conservador eslovaco y observador electoral del Parlamento Europeo, declaró a la televisión albanesa Top Channel que el proceso electoral "ha sido pacífico y bien organizado".
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La jornada electoral discurrió sin incidentes importantes, algo muy relevante para el país, pues la celebración de unas elecciones libres y honestas es una de las condiciones para que Bruselas abra al final del año las negociaciones de adhesión al club europeo.
Para certificar esto unos 5.100 observadores, entre cuales 330 internacionales de la Organización para la Seguridad y Coooperación en Europa (OSCE), están vigilando el proceso electoral.
Tradicionalmente la rivalidad las dos principales formaciones albanesas, que han dominado la vida política desde la caída del comunismo en 1991, había provocado en el pasado incluso conflictos violentos armados y asesinatos, además de cruces de acusaciones muy duros.
En esta campaña, sin embargo, Rama y Basha han criticado al rival en términos poco agresivos y han llevado a cabo una campaña de guante blanco, dedicada a intentar conseguir la mayoría absoluta, con los lógicos ataques entre ambos líderes convertidos en intercambio de ironías.
Ambos reservaron sus peores calificativos para el presidente electo Ilir Meta, que en los últimos 8 años ha compartido el poder con el PD y el PS y que tomará posesión el 25 de julio.
Meta y otros dirigentes del LSI sí han usado un tono más agresivo hacia el PS, hasta amenazar con rebelión armada y derramamiento de sangre, y han acusado a los socialistas de haber ejercido violencia física y psicológica contra sus militantes.
Fuente: EFE