Sin honores, sin orquesta, sin guardia militar y en absoluto secreto. Así se le despidió a Yevgueni Prigozhin.
El Político
El líder mercenario, quien murió, durante la semana pasada, en un cuestionado accidente aéreo, fue enterrado este martes, en las afuera de San Petersburgo.
El cuerpo de Prigozhin fue inhumado a puerta cerrada, sin la presencia de medios de comunicación ni de funcionarios del Gobierno ruso.
El funeral del oligarca, quien llegó a ser uno de los hombres más cercanos al presidente Vladimir Putin, no contó ni siquiera con la presencia del mandatario.
Desde el Kremlin, Dmitry Peskov, portavoz del Ejecutivo ruso, calificó al funeral como “un asunto privado de la familia”.
Prigozhin, un ex convicto que pagó cárcel por robo y fraude, llegó a convertirse en uno de los hombres más adinerados de toda Rusia. Amasó su fortuna gracias a los contratos que le otorgó el Estado.
Una de sus compañías fue la responsable de alimentar, por mucho tiempo, a las tropas del Ejército. Esa misma empresa llegó a encargarse de las cenas ceremoniales ofrecidas por Vladimir Putin, durante las visitas de sus homólogos a Moscú.
Más tarde, Prigozhin adquirió Wagner, una corporación militar privada que peleó, en nombre de Rusia, en la guerra civil de Siria o en la República de Sudán. La agrupación llegó a ser clave para el Kremlin, tras el comienzo de la invasión a Ucrania.
Cuando los militares rusos no daban para más, los combatientes de Wagner le permitieron a la nación euroasiática lograr importantes objetivos. Entre ellos destaca la toma de la ciudad ucraniana de Bajmut.
Por sus servicios a Rusia y por su lealtad a Vladimir Putin, Yevgueni Progizhin llegó a ser condecorado con el título de “Héroe de la Federación de Rusia”. El jefe mercenario cayó, sin embargo, en desgracia, cuando optó por rebelarse en contra del Kremlin.
En junio de este año, él y su corporación militar protagonizaron un alzamiento que fue sofocado por la intermediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.
Desde entonces, el nombre de Prigozhin pasó a estar en la lista de personalidades que osaron desafiar a Vladimir Putin.
Por esa razón, su muerte ha estado rodeada de misterio. La versión oficial indica que el oligarca viajaba, junto a otras nueve personas, en un jet privado que se precipitó en la región de Tver.
Dentro de su círculo más cercano han insistido, sin embargo, en que no se trató de un siniestro. Desde Wagner han apuntado a Serguéi Shoigú, actual ministro de Defensa de Rusia, como el responsable del incidente.