El principal legislador de Arizona testificó el martes sobre cuánto lo presionó Donald Trump para revertir las elecciones de 2020, mientras las audiencias del Congreso sobre el intento del expresidente de aferrarse al poder tras su derrota entraron en su tercera semana.
El Político
Miembros del comité que investiga el mortal asalto al Capitolio estadounidense en enero de 2021 han pasado buena parte del mes exponiendo como primeras conclusiones que Trump lideró una conspiración para alterar los resultados de las elecciones ganadas por Joe Biden que culminó con la insurrección en Washington.
En su cuarta audiencia, el comité dijo este martes que Trump y sus aliados estuvieron personalmente involucrados en presionar a legislaturas estatales controladas por republicanos para que se desviaran hacia Trump resultados que eran favorables a Biden, reportó Semana.
Varios esfuerzos de Trump
Rusty Bowers, presidente de la Cámara de Representantes de Arizona, habló sobre las presiones que recibió de Trump y de su abogado Rudy Giuliani para dar vuelta a los resultados. Bowers dijo que Trump exigió convocar una audiencia en el Capitolio del estado de Arizona para investigar acusaciones de fraude electoral.
Bowers dijo que le respondió que las pruebas no justificaban una audiencia y que “no quería ser utilizado como un peón”.
“Me está pidiendo que haga algo en contra de mi juramento, y yo no voy a romper mi juramento”, le dijo Bowers a Trump, según su testimonio. Bowers dijo que “en muchas ocasiones” le pidió a Giuliani pruebas de que la elección había sido amañada.
“Tenemos muchas teorías. Solo que no tenemos las pruebas, dijo Giuliani", según Bowers. El legislador dijo que recibió 20.000 correos electrónicos y decenas de miles de mensajes de voz que “saturaron” su oficina mientras la campaña de Trump aumentaba la presión.
Bowers dijo que fue falsamente acusado de pederasta y corrupto por manifestantes que se concentraban ante su casa y su oficina.
“Cuaderno de estrategias”
Bowers fue uno de los varios altos funcionarios estatales republicanos que se vieron envueltos en el intento de frustrar la voluntad de millones de votantes basándose en falsas reclamaciones de fraude, dijo el comité.
“Un puñado de funcionarios electorales en varios estados clave se ubicó entre Donald Trump y el derribo de la democracia estadounidense”, dijo el presidente del comité, Bennie Thompson. Añadió que “presionar funcionarios públicos para que traicionen (su) juramento era una parte fundamental del cuaderno de estrategias”.
Liz Cheney, vicepresidenta del comité, dijo que Trump sabía que sus falsas acusaciones de fraude podrían generar violencia pero, aún así, siguió presionando. Trump, dijo, tuvo un “rol personal y directo” en la campaña junto a Giuliani y John Eastman, otro abogado del expresidente.