Los avances mundiales para reducir la quema de gas asociada a la producción de petróleo se redujeron en la última década.
El Político
Pero esa práctica antieconómica y contaminante se mantiene elevada, según un informe del Banco Mundial.
Para mitigar el cambio climático, una amenaza a la salud del planeta, “es fundamental poner fin a la contaminación y a la práctica antieconómica de quemar gas.
La frase es de Demetrios Papathanasiou, director de la Práctica Global de Energía e Industrias Extractivas del Banco Mundial.
Entendiendo el cambio climático como “uno de los desafíos de desarrollo decisivos de nuestra época, es fundamental descarbonizar la producción de petróleo y gas, acelerando al mismo tiempo la transición hacia una energía más limpia.”
Estyo trae un doble efecto nocivo de contaminar la atmósfera y desperdiciar un recurso valioso.
Esa práctica generó la emisión de casi 400 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono (CO2), según el informe de la Asociación Mundial para la Reducción de la Quema de Gas (GGFR) del Banco Mundial.
Junto con 361 millones de toneladas de CO2 se liberaron a la atmósfera 39 millones de toneladas.
Esto es equivalente en forma de metano y carbono negro (hollín), “lo que contribuye significativamente al calentamiento global”, recordó la GGFR.
75% de fluido quemado
Diez países productores de petróleo representaron 75 % de todo el fluido quemado, y siete de ellos (Rusia, Iraq, Irán, Estados Unidos, Venezuela, Argelia y Nigeria) han ocupado los primeros siete lugares de manera constante en los últimos 10 años.
El desperdicio económico se estimó en 16 460 millones de dólares, promediando el gas al precio de 2,50 dólares el millón de BTU.
La tabla de gas quemado la encabeza Rusia, con 25,4 millones de metros cúbicos.
Le siguen Irán e Iraq con 17,8 millones cada uno, Estados Unidos con 8,8 millones.
Luego Venezuela y Argelia con 8,16 millones, Nigeria, México y Libia con más de 6,5 millones cada uno, y China con 2,5 millones de metros cúbicos.
EEUU reduce volúmenes de quema
Estados Unidos es el único de los 10 principales países que queman gas que, en la última década, ha logrado reducir los volúmenes de quema.
“Muchos países productores de petróleo ya aplican políticas para reducir la quema y venteo de gas, pero no todas las estrategias han demostrado ser efectivas.”