El senador Jeff Sessions, nominado por Donald Trump para ser su fiscal general, está decidido a jugar un papel de contrapeso en el futuro Gobierno de Estados Unidos y a decir "no" al millonario neoyorquino "si se excede" en su poder.
Según una copia adelantada de su declaración en la primera de sus audiencias para evaluar su designación como fiscal general en el comité judicial del Senado obtenida por Efe, Sessions se comprometerá a cumplir y hacer cumplir la ley.
Senador por el estado de Alabama durante 20 años y conocido por sus duras posturas en inmigración, Sessions defenderá la independencia de la Fiscalía general de EE.UU. y considerará que cualquiera que desempeñe ese cargo debe estar "comprometido a seguir la ley" y ser fiel a la Constitución del país.
"(Esa persona) debe estar comprometida a seguir la ley. Él o ella deben estar dispuestos a decir ‘no’ al presidente si se excede", afirmará Sessions, según la versión escrita de su testimonio.
En su declaración, Sessions evitará referirse a los supuestos comentarios racistas que profirió hace 30 años cuando era fiscal para el distrito sur de Alabama (1981-1993) y fue acusado de bromear sobre el Ku Klux Klan (KKK) y perseguir judicialmente a los defensores de los derechos civiles de los afroamericanos.
Precisamente, los demócratas han prometido que preguntarán a Sessions por esas declaraciones que ya le pasaron factura en 1986 cuando un comité del Senado rechazó su candidatura para convertirse en juez de una corte de Alabama, puesto al que le había nominado el expresidente Ronald Regan.
Según la versión adelantada de su primera intervención, el senador centrará su discurso en la "peligrosa tendencia" de aumento del crimen que ha vivido EE.UU. en los últimos años.
"Proteger a la población de este país de la delincuencia, y especialmente de la delincuencia violenta es un llamamiento para los hombres y mujeres del Departamento de Justicia. Hoy me temo, que eso se ha vuelto más importante que nunca", dirá Sessions, quien durante años ha apostado por una política de mano dura contra el crimen.
Para mostrar el repunte de la criminalidad en EE.UU., Sessions citará las últimas estadísticas del Buró Federal de Investigaciones (FBI) que muestran un incremento de todo tipo de crímenes del 4 % entre 2014 y 2015, periodo en el que los asesinatos subieron un 11 %, el mayor aumento desde 1971.
Está previsto que hoy testifiquen contra Sessions el senador Cory Booker y el congresista John Lewis, un histórico activista del movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos.
Con información de EFE