En la siguiente nota podrá observar cómo reaccionan los españoles a la inflación que actualmente está sacudiendo al país.
El Político
Se puede decir que hay dos Españas, por un lado están quienes están cambiando de hábitos, mientras que otros solo están ahorrando menos.
Esto gracias a que las subida de los precios están impulsando a los comercios de bajo coste y marcas blancas, así como está en caída el uso del coche.
Reporta Heraldo que una inflación disparada y una economía en proceso de desaceleración son las principales consecuencias para España derivadas de la guerra en Ucrania, que seis meses después sigue generando una gran incertidumbre económica en toda Europa.
Los indicadores macroeconómicos reflejan que el PIB resiste a pesar de la guerra, aunque se vislumbra un otoño complicado, lo mismo que ocurre con la creación de empleo, cuya evolución es buena pero empieza a dar muestras de fatiga.
La inflación, sin embargo, sigue al alza y en la tasa más alta en casi cuarenta años.
IPC
El IPC se disparó hasta el 10,8 % en julio, seis décimas por encima de la registrada el mes anterior y la más elevada desde septiembre de 1984, debido principalmente a la subida del precio de la electricidad en casi un 50 % respecto a julio de 2021.
Este incremento ha sido impulsado principalmente por el encarecimiento de los productos energéticos (41,4 %), aunque también por otros servicios vinculados al turismo, como los hoteles y pensiones (33,8 %), los vuelos internacionales (21,6 %) o los paquetes turísticos (17,9 %).
Respecto la inflación subyacente, que no incluye ni alimentos frescos ni energía, se sitúa en una tasa del 6,1 %, la más alta desde enero de 1993.
PIB
Entre abril y junio la economía aceleró el ritmo de crecimiento, con un avance del 1,1 %, que supone nueve décimas más que el registrado en el primer trimestre y que estuvo impulsado por el rebote del consumo de los hogares, a pesar de la elevada inflación.
Fuente: El País