Legisladores de Filipinas y representantes del Ministerio de Energía del país inspeccionaron este viernes en Bataan, en la isla de Luzón, la única planta nuclear del país para evaluar su posible puesta en marcha, pues nunca fue puesta en funcionamiento.
Tres de los doce senadores presentes en la evaluación pusieron especial atención en el estado de la controvertida Planta Nuclear de Bataan, situada a 72 kilómetros al oeste de Manila, que costó unos 2.300 millones de dólares (2.048 millones de euros) en la década de los ochenta del siglo pasado.
La activación de la planta nuclear "puede ser lo que consiga que la economía de Filipinas despegue (…) creará empleo y oportunidades especialmente con posible desarrollo del sector de la manufactura", declaró a la prensa el senador Joseph Victor Ejercito.
El excongresista Mark Cojuangco aseguró que la central es segura y descartó la posibilidad de que se produzca un accidente por la frecuencia de terremotos que sacuden el país asiático.
Según Cojuangco, la planta está diseñada para soportar seísmos de hasta 8 grados en la escala abierta de Richter.
Los sismólogos creen que el mayor movimiento telúrico que podría producirse en la zona sería de 7,2 grados.
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Otros legisladores, como la senadora Nancy Binay, no se mostraron tan convencidos con la apertura de las instalaciones.
"Es pronto para decidir si se va a abrir o no. Lo primero que hay que debatir es si Filipinas quiere correr el riesgo de utilizar energía nuclear", declaró a Efe Binay.
Las principales fuentes de energía de Filipinas son plantas alimentadas con diésel y carbón que apenas cubren la demanda de una población de 100 millones de personas.
La Planta Nuclear de Bataan se construyó entre 1976 y 1984 por orden del expresidente Ferdinand Marcos, pero nunca fue puesta en marcha porque cayó el régimen en febrero de 1986 y dos meses después ocurrió el accidente de Chernobyl.
Según los estudios encargados por el Gobierno de Filipinas, la renovación y puesta en marcha costará 1.000 millones de dólares (891.000 euros) y precisará de entre cuatro y cinco años para completar las obras.
Con información de EFE