El jefe del grupo oficialista en el Senado, Romero Jucá, afirmó este lunes que "no tiene sentido" un juicio político con miras a la destitución del presidente brasileño, Michel Temer, tal y como vienen pidiendo en los últimos días los principales partidos de la oposición, informaron fuentes oficiales.
"No tiene sentido, ni cabida jurídica ni política", dijo este lunes Jucá a la salida de una reunión con la base aliada del Ejecutivo, celebrada en el Palacio de Planalto, sede del Gobierno brasileño.
Jucá, que llegó a ocupar la cartera del Ministerio de Planificación en el gabinete ministerial de Temer, pero que se vio obligado a dimitir por sospechas de que intentaba obstruir investigaciones sobre corrupción, se refería así a la demanda presentada hoy por el opositor Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
El PSOL presentó este lunes una petición formal de apertura de juicio destituyente contra el mandatario por el escándalo de tráfico de influencias que lo salpica, sumándose así al principal partido opositor del Gobierno, el Partido de los Trabajadores (PT) de la expresidenta Dilma Rousseff, que también ha exigido su renuncia.
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Los socialistas fundamentaron su petición en los artículos de la Constitución que definen los "crímenes de responsabilidad", por los que un presidente puede ser sometido a juicio en el Congreso y destituido, precisamente los mismos cargos a los que tuvo que hacer frente Rousseff y que acabaron suponiendo su destitución.
De acuerdo con Jucá, la oposición está "intentando incomodar" al Gobierno y afirmó que esta petición es sólo "un atajo político".
La acusación del PSOL hace referencia a un asunto que el pasado viernes llevó a dimitir al ahora extitular de la Secretaría de Gobierno Geddel Vieira Lima, acusado de tráfico de influencias por el también exministro Marcelo Calero, quien estaba al frente del Ministerio de Cultura.
Según este último denunció a la Policía Federal, Vieira Lima lo presionó para que liberara la construcción de un edificio, en el que había comprado un apartamento sobre planos, que había sido vetada por un instituto que depende del Ministerio de Cultura.
Calero dijo que llevó el asunto al propio Temer, pero que sintió del mandatario las mismas presiones que atribuyó a Vieira Lima y que fue eso lo que le llevó a presentar su renuncia hace nueve días.
Con información de EFE