Pese al ritmo acelerado que quiere imprimir el presidente Biden a su agenda, los desacuerdos en el Senado están frenando su aprobación.
El Político
El enjuiciamiento (impeachment) del expresidente Trump y el estancamiento en cuanto al reparto paritario de las cuotas de poder en el Senado, están atascando el inicio de la Administración de Joe Biden.
La aprobación de los integrantes de su gabinete es más lenta de lo deseado. A lo que se suma que dos de sus prioridades legislativas (el alivio del coronavirus y la reforma migratoria) ya reciben críticas de la bancada republicana.
Advertencia republicana en el Senado
Reporta The Hill que en una posible señal de los obstáculos que se avecinan, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), lanzó una advertencia durante uno de sus primeros discursos en el hemiciclo. Advirtió que los republicanos estaban dispuestos a trabajar con Biden, pero que no tendrían reparos en bloquear los proyectos de ley que no apoyen.
Debido al sistema de ratificación de 60 votos, los demócratas necesitarán al menos 10 senadores republicanos para aprobar sus proyectos.
"Cuando nuestros amigos demócratas se aparten del sentido común, cuando se alejen del terreno común, cuando sus propuestas perjudiquen el bien común, utilizaremos el poder que nos ha dado el pueblo estadounidense para impulsar lo que es correcto", dijo McConnell.
Impeachment atravesado
En el Capitolio, el calendario del segundo juicio de Trump está en suspenso, ya que los senadores están a la espera de saber cuándo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata de California), enviará el artículo de destitución.
La presidenta y los responsables del impeachment en la Cámara de Representantes mantienen un estricto silencio sobre sus planes. Pero McConnell dijo a los republicanos durante una conferencia telefónica que quiere retrasar el juicio hasta febrero, algo para lo que necesita el apoyo de los demócratas.
El senador Chris Coons (demócrata), uno de los principales aliados de Biden, dijo el jueves en la CNN que estaría dispuesto a retrasar el juicio para conseguir más nombramientos.
Una vez que se inicie el juicio político, se espera que deje de lado cualquier otra cosa en el Senado.
Los demócratas y Biden han planteado la idea de que el Senado podría votar las nominaciones y la legislación por la mañana y luego llevar a cabo el histórico segundo juicio de Trump por la tarde.
Pero los republicanos han rechazado esa idea. Sostienen que los demócratas deben elegir entre intentar que se confirmen más nominaciones de Biden o celebrar un juicio de destitución.
"Tienen que tomar una decisión. Nosotros no podemos tomarla por ellos", dijo el senador Mike Rounds (republicano).
Retraso en ratificaciones por el Senado
Biden sólo pudo conseguir la confirmación de dos nominados esta semana: Avril Haines como directora de inteligencia nacional y el ex general Lloyd Austin, como secretario de Defensa.
Los demócratas esperan confirmar también esta semana a Janet Yellen para dirigir el Departamento del Tesoro y al candidato a Secretario de Estado Tony Blinken. Aunque el senador John Thune (republicano) advirtió que podrían retrasarse hasta la próxima semana.
Toda una serie de otros nombramientos, como el de Merrick Garland, elegido por Biden para fiscal general, el del secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, y el de Neera Tanden, elegida por Biden para dirigir la Oficina de Gestión y Presupuesto, están en el limbo.
No está claro si podrían ser confirmados antes del inicio de un juicio en el Senado. Incluso si los demócratas aceptan retrasar el envío del artículo de enjuiciamiento.
Las dificultades del 50-50
El movimiento de las nominaciones se complica por el hecho de que McConnell y el líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer (demócrata), aún no han llegado a un acuerdo sobre cómo compartir el poder en el Senado, que está dividido 50-50.
"Se ha establecido una dinámica inusual en la que los demócratas tienen la mayoría pero los republicanos siguen controlando muchos de los comités del Senado", apunta The Hill.
Otra complicación surgió cuando McConnell pidió que el acuerdo de organización incluyera un lenguaje que protegiera el procedimiento de aprobación de 60 votos. Los progresistas y un número creciente de senadores demócratas apoyan que se elimine.
Sus partidarios advierten que el sistema impide la aprobación de muchas de las prioridades de Biden y de los demócratas. Sostienen que McConnell está haciendo una petición que nunca aceptaría si los republicanos estuvieran todavía en la mayoría.