El Senado aprobó este domingo la ley demócrata que introduce reformas en el ámbito fiscal, climático y de medicamentos. Con lo cual Biden logra una de sus más importantes victorias.
El Político
Pese al apoyo de la Casa Blanca a la propuesta, el debate interno entre los demócratas retrasó la iniciativa un año. Finalmente se aprobó con 51 votos a favor y 50 en contra.
Fue presentada por el presidente, Joe Biden, como un hito similiar al New Deal de Franklin D. Roosevelt. Pero hubo que hacerle recortes para conseguir los votos de los demócratas más cercanos al republicanismo, Joe Manchin y Kyrsten Sinema.
Chuck Summer: Ley decisiva del siglo XXI
"Estoy seguro de que la Ley de Reducción de la Inflación será una de las más decisivas del siglo XXI", destacó el portavoz demócrata, Chuck Summer, antes de la votación.,
Finalmente se aprobó por el voto de calidad de la presidenta del Senado, de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris. Tras una maratónica noche de votaciones y enmiendas, informa Bloomberg.
Los demócratas aseguran que es la mayor iniciativa en términos de inversión para combatir el cambio climático que se haya hecho jamás en Estados Unidos. Pretende reducir las emisiones de efecto invernadero en un 40 por ciento con respecto a 2005 para finales de la presente década.
Además pretende evitar que las grandes empresas abusen de las exenciones fiscales para pagar menos y permitirá a Medicare -parte de la sanidad pública estadounidense- negociar por primera vez el precio de los medicamentos. Supondrá los primeros recortes sustanciales del déficit en el presupuesto público en más de diez años.
Republicanos desconfían
Los republicanos se han mantenido unidos en su oposición a la iniciativa y creen que no conseguirá reducir la inflación e incrementará los impuestos, lo que podría hundir al país en la recesión.
El portavoz republicano, Mitch McConnell, apunta que "los miles de millones de dólares que subirá los impuestos en la recesión costarán empleos".
Los 6 billones de dólares que tenía previsto inicialmente se han convertido en unos 437.000 millones. Aunque todo apunta a que será un importante logro para el primer mandato de Biden y una de las armas que utilizarán los demócratas en las elecciones de medio término de noviembre.