La ciudad de Seattle pagará 10 millones de dólares -como resultado de un acuerdo- a 50 miembros de Black Lives Matter que demandaron al Departamento de Policía alegando que los agentes hicieron uso de "fuerza excesiva" contra los delincuentes que vandalizaron la ciudad con terrorismo callejero en 2020.
La denuncia incluyó más de un millón de páginas de registros, cientos de entrevistas con testigos, más de 10.000 videos donde se evidencian los hechos, e interacciones directas entre los demandantes y los agentes encargados de hacer cumplir la ley.
En mayo iniciaría un juicio de tres meses. Por lo que, la fiscal de la ciudad, Ann Davison, aseguró que el acuerdo "fue la mejor decisión financiera para la ciudad considerando el riesgo, el costo y el seguro", ya que la demanda había resultado en una "pérdida significativa" de tiempo y recursos:
El caso ha supuesto una pérdida importante de tiempo y recursos de la ciudad y habría seguido siéndolo durante un juicio estimado de tres meses que estaba previsto que comenzara en mayo (…) Este acuerdo resuelve la mayoría de los reclamos restantes que surgieron del período de manifestación de 2020 y es un gran paso para permitir que la ciudad se concentre en el importante trabajo de hoy, mientras avanza con respecto a los eventos de hace cuatro años.
El terrorismo callejero de 2020
El terrorismo callejero llevado a cabo por los miembros de BLM provocó la destrucción de muchos negocios locales e incluso heridos y muertos. En febrero de 2023, la ciudad acordó pagar 3,6 millones de dólares para resolver una demanda presentada por más de una docena de propietarios de negocios y residentes que sufrieron daños debido a los delincuentes.
Los abogados de ambas partes afirmaron que "docenas de personas sufrieron pérdida permanente de audición, huesos rotos, conmociones cerebrales, heridas, hematomas y daños emocionales" como resultado de los disturbios.