El presunto testaferro de Nicolás Maduro, Álex Saab, está a la espera de conocer sobre el inminente fallo de los tribunales de Cabo Verde sobre su extradición o no a Estados Unidos.
El Político
El empresario colombiano es uno de los aliados del régimen de Nicolás Maduro, una relación que le ha generado importantes dividendos.
Sus empresas surtieron a Caracas de alimentos para un programa social de alcance nacional y de materiales para construcción de centenares de viviendas.
En un amplio reportaje, este lunes, Cuestión Pública y CONNECTAS, con el apoyo del International Center for Journalists (ICFJ), revelan la red del barranquillero en Colombia antes de su captura en Cabo Verde: desde importaciones y exportaciones irregulares hasta presunto lavado y posibles testaferros que apuntó la Fiscalía.
Se detalla en el reportaje sobre presuntas exportaciones ficticias entre empresas registradas en suelo colombiano, posible lavado de activos con inmuebles y compañías ‘zombies’ que siguen operando pese a haber sido declaradas como inexistentes o disueltas.
La enorme y lujosa vivienda de Saab en Barranquilla
La investigación detalla que la enorme y lujosa vivienda de Saab en Barranquilla es una tuerca de este engranaje de sociedades de papel, pues la empresa propietaria está acusada de blanquear dinero que podría ser proveniente de la corrupción chavista.
La mansión consta de cinco habitaciones que son tan grandes como una casa. Una sala de spa. Dos piscinas. Cinco baños. Un cine. Y hasta una cancha de tenis techada.
Está situada en el barrio Riomar, en Barranquilla, la residencia de la que gozaba desde 2017 cuando él y su red aún cerraban los negocios multimillonarios con el chavismo que primero lo convirtieron en un hombre influyente y, luego, lo llevaron a la prisión.
De acuerdo a la fiscalía colombiana, se adquirieron cuatro terrenos, que superaban el millón de dólares, para construir la casa de Saab, que una vez terminada se cotizó en más de 23.000 millones de pesos colombianos (casi 6 millones de dólares).
Álex Saab es considerado el testaferro del dictador venezolano Nicolás Maduro. También se le señala por crear un entramado empresarial global que ha sido clave para el sostenimiento del chavismo.
Pero, al ser un ciudadano de Colombia, país en donde comenzó sus negocios, el empresario dejó allí un extenso rastros de sociedades cubiertas de sospechas.
Una investigación de Cuestión Pública y Connectas, con el apoyo del International Center for Journalists (ICFJ) revela parte del conglomerado empresarial asociado con Saab. Muchas de ellas, calificadas como «empresas de maletín».
Esas empresas existieron mientras Saab multiplicaba su riqueza en negocios con la Venezuela chavista. Al mismo tiempo, las acciones del colombiano llamaban la atención de Estados Unidos .
En ese país, avanzaba a paso firme las investigaciones sobre lavado y su patrimonio. La justicia colombiana también avanzó sobre sus compañías en el país, sospechadas de haber cometido distintos ilícitos.
Sospechosos rastros
Las empresas de Saab en Colombia están relacionadas con presuntas exportaciones ficticias, posible lavado de activos con inmuebles y compañías ‘zombies’.
Estas últimas siguen operando pese a haber sido declaradas como inexistentes o disueltas.
La mansión de Saab en Barranquilla es un activo clave en los opacos negocios del colombiano. «…la empresa propietaria está acusada de blanquear dinero, informó PrimerInforme.
Fondos que podrían venir de la corrupción chavista», dice el reportaje de Connectas.
La mansión fue construida sobre cuatro predios comprados por Promotora Dubera S.A.S. La Fiscalía colombiana acusó a esa empresa de “presuntamente lavar activos”. La finalidad de esa actividad era legalizar recursos ilícitos obtenidos por la “organización criminal” de Saab.
Otro presunto testaferro de Saab
Julio Cesar Ruiz Maestre, gerente y único accionista de esa empresa hasta su disolución sería un presunto testaferro de Saab.
Además, era su “socio y el encargado de las finanzas y la legalización de las empresas a nivel nacional e internacional”, según el Departamento de Justicia de EEUU.
Cuestión Pública corroboró con documentos que Ruiz Maestre no tenia perfil financiero ni patrimonial para adquirir los lotes donde se construyó la mansión de Saab.
Todo entre familia
Los predios costaron 8.000 millones de pesos colombianos. Cuando se concluyó el inmueble, el valor de la propiedad llegó a los 23.000 millones de pesos. El equivalente a casi 6 millones de dólares.
Esa mansión barranquillera «es la joya de Saab en Colombia», escribe Connectas. Ni siquiera las propiedades que tiene relación con el colombiano en Italia superan ese valor.
La empresa Dubera también le compró a la empresa Golden Sun Trading un lujoso apartamento en el piso 10 del edificio Bellagio de Barranquilla por 2.000 millones de pesos (517.000 dólares). Al mismo tiempo mientras construía la ostentosa mansión en esa ciudad.
El representante de la empresa Golden Sun es Amir Luis Saab Morán, hermano de Alex.
Tres años después de estas transacciones inmobiliarias y sin poder explicar de dónde provenía su capital, Promotora Dubera llegó a reportar activos por 18.326.145.000 de pesos en 2019 (4.690.488 de dólares), según consta en los registros públicos.
“Esta empresa ha aumentado sus activos de una forma desproporcionada, sin observarse cuál ha sido su éxito económico en proyectos inmobiliarios desarrollados. Los hechos permiten (…) establecer muy posiblemente una operación de lavado de activos”, sostuvo la Fiscalía, que agregó que las autoridades de EEUU también la tenían en la mira por presuntas actividades ilícitas.
Más empresas de papel
Otra empresa asociada con Saab es Shatex, considerada una una empresa de papel desde 2010, apuntó la Fiscalía colombiana. Dejó de existir físicamente en ese año. Un año después, sacó de Colombia 531.000 dólares usando el sistema cambiario colombiano. Pero no declaró renta ese año y ni lo siguientes.
Al menos cuatro de las 24 empresas de Saab y su familia tendrían este tipo de patrón. Entre ellas: Blumenthal S.A., Comercializadora TuCassa S.A., Jacadi de Colombia S.A. y Centro de Producción Textil S. A.
El 31 de enero de 2012, como por arte de magia, los revisores fiscales de estas tres últimas empresas, presentaron su renuncia bajo el mismo argumento: las empresas habían dejado de existir físicamente hacía más de un año. Todas se dedicaban a confeccionar textiles.
Años después, todas esas firmas presentaron actividad financiera. La maniobra no es ilegal pero coloca a las empresas en el foco de las autoridades.
Expertos en impuestos consultados por Connectas explican que se trata de un patrón típico de empresas de papel. Es decir, reportan activos y patrimonio cuando ya la sociedad materialmente no existe.