Un nuevo repunte migratorio que incremente las tensiones políticas y agote los recursos en toda la frontera sur, preveen las autoridades de Estados Unidos por la suspención de suspender una norma sanitaria de emergencia que se ha utilizado con el fin de evitar que cientos de miles de migrantes ingresen al país.
El Político
Agentes de la frontera, funcionarios estatales y locales e incluso los principales asesores del presidente Biden en Washington se preparan para la llegada de decenas de miles de migrantes en los próximos días.
La gente ya ha empezado a cruzar hacia las ciudades en la frontera de Estados Unidos, anticipando el fin del Título 42, que desde 2020 ha permitido que el gobierno estadounidense expulse rápidamente a México a ciudadanos de varios países, reportó NY Times.
Ciudades de la frontera abarrotadas
Tres ciudades de Texas —Brownsville, Laredo y El Paso— han declarado el estado de emergencia. La semana pasada, frente a la iglesia católica del Sagrado Corazón, en el centro de El Paso, un retablo de miseria humana se extendía a lo largo de varias manzanas, donde migrantes en situación de indigencia ocupaban cada espacio en la acera.
En tan solo unos días, el número de personas se ha disparado de unas pocas decenas a cerca de 2000, y siguen llegando más. Por la noche, las familias duermen sobre cajas de cartón, y durante el día amarran sábanas a las vallas para crear sombra.
Los hombres sanos piden dinero para viajar en autobús a Houston, Denver y Orlando, Florida, donde, según dicen, les esperan puestos de trabajo. Los niños pequeños vagan por los callejones buscando comida y pidiendo limosna.
“Es una verdadera crisis”, señaló el padre Rafael García, mientras observaba a la multitud que se extendía en todas direcciones la semana pasada. “Si esto es ahora, ¿cómo será después del 11 de mayo? ¿Cómo se va a desarrollar?”.
Miles de migrantes en México
Alrededor de 35.000 migrantes se concentran en Ciudad Juárez, otros 15.000 en Tijuana y miles más en otros sitios del lado mexicano de los 3152 kilómetros de frontera.
Funcionarios de la Casa Blanca afirmaron que han trabajado durante meses con el fin de prepararse para un probable aumento. Han construido instalaciones temporales para albergar a miles de migrantes más, han reclutado a contratistas y han reducido el tiempo de tramitación de las personas detenidas. También tomaron medidas para fomentar un flujo migratorio más ordenado.
Soldados a la frontera
La semana pasada, el presidente Biden ordenó el despliegue de 1500 soldados para ayudar en la frontera.
Sin embargo, las autoridades esperan un gran número de personas en los próximos días. Biden se enfrenta a cambios globales en los patrones migratorios, así como a las fuerzas económicas y el malestar social que no cesan de empujar a la gente hacia el norte.
En Estados Unidos, el debate sobre cómo arreglar el maltrecho sistema migratorio sigue siendo polarizado y acalorado, lo que representa un grave riesgo político para todos los implicados al iniciarse la temporada electoral de 2024.
¿Qué pasará después del jueves?
Nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrirá después del jueves. El gobierno federal prevé que llegarán hasta 13.000 migrantes al día inmediatamente después de que expire la medida, en comparación con los 6000 de un día normal.
No obstante, cuando le preguntaron qué es probable que ocurra, un funcionario apostado en la frontera dijo a los periodistas: “No tengo ni idea”. Y comentó sobre un posible repunte: “Creo que ya está ocurriendo”.
Aunque el Título 42 ha estado en vigor a lo largo de las frontera sur y norte de Estados Unidos, el número de personas que entran de manera ilegal al país ha aumentado, y su perfil ha cambiado: cada vez son más las personas procedentes de países lejanos con dificultades económicas o agitación política, como Venezuela, China, India y Rusia, que afrontan un arduo viaje para llegar a las puertas de Estados Unidos.