El gobierno de Argentina decidió no renovar acuerdo con la firma Arcos Dorados encargada del convenio con la cadena de comida rápida McDonald’s para contratar a jóvenes desocupados y en situación de vulnerabilidad, esto con el plan para avanzar a su objetivo de “pobreza cero”.
Uno de los motivos del fracaso fue el pésimo salario de 4500 pesos, una cifra por debajo de la línea de indigencia, de esa cantidad, mil pesos provenían de un subsidio del gobierno nacional además una cobertura de salud más un certificado de entrenamiento laboral.
El plan consistía en la incorporación de jóvenes pobres y desocupados, de 18 a 35 años, para trabajar durante 30 horas, de los 5 mil postulantes previstos, solo se inscribieron 700.
Por este motivo, un grupo de diputados habían presentado un amparo para que mejorasen las condiciones de contratación. La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo hizo lugar a la demanda y determinó que el convenio entre el Gobierno y la franquicia violaba el derecho internacional y la propia Constitución nacional en materia de derechos laborales.
La iniciativa lanzada en mayo de 2016 no prosperó es por ello que la cartera laboral de Argentina no la renovará.